Los checos se acostumbraron a vivir endeudados
Los checos se han acostumbrado a pedir préstamos para todo. Sus deudas alcanzaron más de 66.500 millones de euros a finales del año 2015, un 5% más que el año anterior. Sin embargo, mientras que las sumas de los préstamos van aumentando, el número de deudores se va reduciendo.
La compra de un apartamento, la adquisición de un nuevo automóvil o de aparatos electrónicos y electrodomésticos son las situaciones más frecuentes en las que los checos piden un crédito o una hipoteca. Muchas personas suelen pedir préstamos incluso para los regalos de Navidad o para la comida.
Los especialistas advierten que antes de pedir dinero prestado hay que pensarlo bien, ya que este compromiso puede originar serios problemas más tarde. Más de 3,6 millones de checos tenían algún tipo de deuda en 2015. Centenares de personas piden luego ayuda cada año a la organización Hombre en Emergencia, al no poder pagar sus deudas por causa de enfermedad u otros motivos, indica Daniel Hůle, de la mencionada entidad.”Realmente, aumentó el número de personas que financiaban su estándar de vida con préstamos. Algunas de esas personas luego pierden trabajo, se enferman o les bajan el salario, lo que les impide cumplir con sus compromisos financieros y pueden perderlo todo. Esta es una situación típica que apareció hace varios años y que todavía perdura. Además, en el pago de las deudas los ciudadanos gastan un porcentaje cada vez mayor de su salario, actualmente se trata del 27,8%”.
Entre 2007 y 2015 el nivel de endeudamiento de los checos fue creciendo tres veces más rápido que sus salarios. Las más endeudadas son las personas entre los 35 y los 44 años de edad. El número de checos que solicitan un crédito se va reduciendo paulatinamente, al tiempo que se incrementa la suma de los préstamos, sostiene Jiří Rajl, del Registro de Informaciones del Sector no Bancario.”Los ciudadanos últimamente piden prestadas mayores sumas financieras en especial para adquirir una vivienda. Se trata de un aumento de 2.000 euros como media en cada hipoteca o contrato de crédito. La suma de dinero que las personas suelen pedir prestada es de unos 41.000 euros en promedio”.
Quizás debido a los numerosos casos de bancarrota personal y de la nefasta situación a la que las deudas han llevado a muchos individuos, los checos asumen ahora con mucha más responsabilidad sus compromisos financieros. También los bancos modificaron sus prácticas y actualmente verifican primero detalladamente la situación financiera de los solicitantes de crédito antes de concederlo.En el mercado financiero nacional existen también muchas instituciones no bancarias que ofrecen préstamos a los interesados. Sin embargo, las prácticas y las condiciones para los créditos de algunas de ellas son muy deshonestas, recalca Daniel Hůle.
”El Estado regula actualmente en lo mínimo el mercado financiero y no tiene idea sobre el número de entidades que ofrecen préstamos. Se calcula que son unas 50 y de este número nosotros sabemos que sólo unas ocho compañías son honestas y ofrecen préstamos bajo condiciones semejantes a las de los bancos. La mayoría de las entidades no bancarias son deshonestas y sus prácticas han llevado a un sinnúmero de personas a la miseria y al incremento del número de embargos a las propiedades“.
El Gobierno checo prepara medidas para poner fin a las prácticas dudosas de las entidades no bancarias. Mejorar la situación es el propósito de la enmienda a la Ley de contratos de crédito al consumo, que le encarga al Banco Nacional el control de las actividades de las entidades no bancarias, además de la supervisión de los demás bancos, tarea que ya ejerce actualmente. El Banco Nacional también decidirá sobre la concesión de licencias a las nuevas entidades no bancarias que quieran entrar en el mercado financiero nacional.