Los checos descubren el encanto de la economía compartida
La economía compartida registra un gran auge en la República Checa y todo indica que este tipo de negocio con sistema de venta y pago de servicios a través de una aplicación digital seguirá extendiéndose.
Los checos entran en este tipo de negocio en diversos sectores sobre todo por el beneficio que aportan. Un 10% de los ciudadanos checos ofrece servicios y mercancías a través de la economía compartida, y otro 10% está pensando hacerlo. Y los ciudadanos que aprovechan estos servicios afirman que son más baratos.
Aun así hay gran diferencia entre Praga, donde el concepto de la economía compartida se extiende rápidamente y donde existe ya una amplia oferta de servicios, y otros lugares del país, en los que recién se están dando los primeros pasos. Asimismo, y de acuerdo a Tomáš Macků, director de comunicación de la agencia Ipsos, la economía compartida es popular sobre todo entre la joven generación.
”Por ejemplo, las personas entre los 25 y los 35 años son las que más aprovechan los servicios dentro de la economía compartida y también las que más participan en ella. Esas personas lo consideran una buena oportunidad para ganar algún dinero de más, o sea fuera de su salario normal. Por su parte, los ciudadanos de la tercera edad son más conservadores y desconfían en estos servicios, por carecer éstos de reglas claras”.
Los críticos de la economía compartida insisten en la necesidad de regular ese modelo económico. Según la encuesta de la agencia Ipsos, más del 40% de los ciudadanos respaldan esa idea. La regulación es apoyada por la Asociación Checa de Economía Compartida, que junto con la Cámara Económica elaboran un proyecto de normas respectivas, como informó Patrik Czetö, presidente de la mencionada asociación.”Proponemos que el ingreso de ese tipo de servicios sea concebido de igual manera que el salario mínimo. O sea, que pueda crecer hasta cierto nivel de acuerdo a la demanda del mercado al igual que el salario mínimo. Para los ingresos inferiores al salario mínimo deberían ser adoptadas otras reglas. Consideramos que en este caso no debería requerirse que las personas paguen un segundo seguro social y de enfermedad por ejemplo. Que se les aplique una tasa impositiva más baja, o que se busque otra solución”.
Ondřej Malý, viceministro de Industria y Comercio encargado del sector del comercio digital, defiende la economía compartida al tiempo que reconoce la necesidad de reglamentarla, sobre todo en el caso de las compañías de mayor tamaño que aprovechan este concepto.
”Creo que es necesario distinguir la situación actual y lo que se puede hacer en este sector en el futuro. Debemos liberalizar el mercado y prepararlo para las necesidades del siglo XXI. Pero hoy en día nos vemos en la necesidad de supervisar las compañías que operan en el mercado nacional en el marco de la economía compartida, y asegurar que lo hagan en consonancia con las reglas vigentes”.
Hace poco tuvieron lugar en la capital checa varias protestas de los taxistas tradicionales contra los servicios de transporte Uber. Los taxistas recorrieron en fila las calles de Praga dificultando el tránsito, manifestando de esa forma su desacuerdo con que los automóviles de Uber no tengan taxímetro, y sus conductores no dispongan de licencia para este tipo de servicios.