Los checos conmemoran el segundo aniversario de la muerte de Václav Havel
Varios actos conmemorativos se efectúan este miércoles en Chequia con motivo del segundo aniversario de la muerte del ex presidente de la República, Václav Havel. El antiguo disidente y luchador anticomunista falleció a los 75 años de edad tras una larga enfermedad.
Algunos teatros del país incluyeron este miércoles en el repertorio obras del dramaturgo fallecido. Además, se espera que numerosas personas celebren el ‘Día de los Pantalones’ y salgan a la calle con tobillos desnudos para recordar el hecho de que Václav Havel llevó en su inauguración presidencial en 1989 un pantalón demasiado corto.
El pastor evangélico Zdeněk Bárta, signatario de la Carta 77, iniciativa cofundada por Havel para reclamar el respeto de los derechos humanos en Checoslovaquia, resumió lo fascinante de la personalidad del ex disidente.
“Sabía actuar como un hombre honrado y líder a la vez. Hoy día nos faltan líderes intelectuales, de confianza, a los que la gente seguiría y creería. Muchos de nosotros firmamos la Carta 77 y seguimos a Václav Havel en tiempos muy desfavorables sin conocerlo personalmente. A pesar de ello su encanto funcionó. Eso es lo que hecho de menos”, señaló.El pastor conoció a Havel en persona en los años 70 y gracias a él pudo aguantar los interrogatorios de la policía secreta.
“Los policías trataron de intimidarme para forzarme a colaborar con ellos. En esos momentos uno siente que no puede hacer algo mal para no decepcionar a las personas que quiere y que le sirven de ejemplo. Václav Havel fue una de ellas, de hecho la más importante. Eso me daba fuerzas”, dijo.
Numerosos lugares de la República Checa llevan hoy día el nombre de Václav Havel: calles, escuelas, parques, así como el Aeropuerto Internacional de Praga.
En el extranjero están surgiendo los llamados ‘Espacios Havel’. Se trata de lugares con dos sillones y una mesa, con un hueco en el centro por el que crece un árbol. Estos espacios existen ya en Dublín, Irlanda, y Washington, EE.UU., y se prevé que el próximo año surgirá uno también en Barcelona, España.