Los checos aún no han aprendido a alimentarse bien
Sopas contundentes, mucha guarnición y bebidas azucaradas son los principales vicios alimenticios de los checos, según lo ha demostrado un sondeo realizado hace un año en seis países europeos.
Los checos que se alimentan en los restaurantes suelen pedir sopas demasiado calóricas. Otro vicio es el excesivo consumo de carbohidratos, afirma Daniela Pedret, una de las autoras del proyecto.
“Los checos comen mucha guarnición: arroz, pasta, patatas. En otros países europeos, no se da tanta importancia al acompañamiento”, sostiene Pedret.
Las bebidas representan otro punto débil. Mientras que los italianos, los franceses y los suecos piden en los restaurantes agua sin gas, los checos suelen tomar bebidas azucaradas o, en el 14 por ciento de los casos, cerveza.Según el sondeo, sólo el 50 por ciento de los checos en edad productiva almuerza. En los países de Europa Occidental, es más del 75 por ciento.
Una información positiva es que los checos han aprendido a desayunar. Sólo el cinco por ciento reconoce que nunca desayuna. En Francia, Italia y Bélgica, el número de estas personas es doble. Además, el desayuno de los checos suele comprender frutas, cereales y productos lácteos, o sea, cumple perfectamente con los requisitos de una dieta sana.
Según la especialista en nutrición Helena Takačová Šnajdrová, los hábitos alimentarios de los checos han mejorado también en otros aspectos.
“Creo que mejoramos constantemente. Especialmente, la generación joven suele alimentarse bien y practica deportes con regularidad”, indica la experta.FOOD es un proyecto piloto de la Comisión Europea, cuyo objetivo es monitorear y mejorar los hábitos alimentarios de los europeos en el ámbito laboral. El sondeo representó sólo el primer paso. En el marco del programa, se editarán en el futuro guías pedagógicas, se impartirán cursos de formación y charlas para los trabajadores y se publicará un DVD destinado a los responsables de los restaurantes para estimularles a ofrecer menús más saludables.