Los caballos salvajes vuelven a las planicies checas después de 1000 años
Los caballos salvajes provenientes de Inglaterra van a ayudar a mantener los ecosistemas de algunas reservas naturales checas. Se trata del regreso de estos animales a Chequia después de unos 1000 años.
Son precisamente los animales de esta raza, llamada también el poni céltico, que por su similitud con los caballos que antiguamente habitaban Europa Central fueron elegidos para ayudar a mantener los ecosistemas en algunas de las reservas naturales checas.
La tarea de las manadas va a ser la de pastar en las estepas únicas que se ven amenazadas por las especies de hierbas y plantas leñosas que complican la vida de las mariposas, aves, serpientes y el resto de la vegetación, especificó Tomáš Rothröckl, director del Parque Nacional Podyjí.
“Necesitamos parar el proceso del reforestación de las estepas y recuperar una especie de planicie abierta. Esto va a ayudar entre otras por ejemplo a algunas orquídeas”.La iniciativa cuenta también con el apoyo del Ministerio del Medio Ambiente checo, explica el viceministro Vladimír Dolejský.
“Se trata de apoyar a la protección y recuperación de biotopos de mucho valor y a las plantas y animales que los habitan”.
Los caballos están acostumbrados a tener contacto con las personas y no se van a esconder. Sin embargo, como destacó Dalibor Dostál, director de la organización Paisaje Checo que organizó el transporte de los caballos, los visitantes deberían evitar el contacto directo con los animales y sobre todo no darles de comer.
“Si se les da de comer, por ejemplo algún tipo de pan, los puede perjudicar bastante, y hasta matar”.
Los defensores de la naturaleza suponen que los caballos puedan reproducirse. Si se logra, los primeros potros podrían nacer la próxima primavera.La presencia de los caballos salvajes en Europa Central data, según las prospecciones arqueológicas, desde hace unos 6.000 años. A partir de esta época es difícil diferenciar entre los caballos salvajes y los domesticados.
Sin embargo, las fuentes escritas confirman la desaparición de los animales salvajes de Europa Occidental en el siglo XIII. Es probable que en Polonia se conservaran manadas hasta mediados del siglo XVIII, y el último individuo salvaje fue cazado en Ucrania a finales y del siglo XIX.