Los antidepresivos se vuelven cada vez más populares entre los checos
Aumenta el número de personas que consumen a diario antidepresivos o medicamentos para dormir en la República Checa. Cada año acuden a los consultorios psiquiátricos decenas de nuevos pacientes que requieren tratamientos con antidepresivos.
Durante el año 2011 fueron importados al país unos seis millones de paquetes de psicofármacos, lo que es un 30% más que hace cinco años, sostiene Martin Anders, del Centro para las Enfermedades Psíquicas, en Praga.
”En los últimos tres años se gastaron en el tratamiento de pacientes con problemas mentales psicofármacos por un valor aproximado de 186 millones de euros anuales”.
Según Anders, la creciente dependencia de los ciudadanos de los antidepresivos atañe no sólo a la República Checa. Al menos uno de cada 12 ciudadanos de la Unión Europea consumió ese tipo de fármacos durante el año pasado. Donde se registra el mayor uso de antidepresivos es en Lituania, Portugal, Gran Bretaña y Francia.Los especialistas advierten que, no obstante, hay personas que usan psicofármacos en forma incontrolada, lo que puede generar dependencia a estos medicamentos y otros problemas de salud. Por ejemplo, el año pasado se importaron al mercado checo fármacos contra la ansiedad que alcanzarían para el tratamiento diario de unas 500.000 personas, indica Veronika Petláková, portavoz del Instituto Estatal para el Control de los Medicamentos.
”Alrededor de 6 millones de paquetes de antidepresivos y otros psicofármacos llegaron al país en 2011, lo que representa 170 millones de dosis diarias normales, al ser recetadas por especialistas”.Asimismo, hace unos cinco años, los checos gastaban anualmente unos 148 millones de tabletas para dormir. En 2011, según datos oficiales, el consumo de este tipo de fármacos aumentó en 10 millones de tabletas.
Los médicos alertan que a causa de la dependencia de los antidepresivos y otros psicofármacos mueren en Chequia anualmente unas 100 personas.
Paradójicamente, mientras que la prolongada crisis conlleva el crecimiento del número de personas que necesitan antidepresivos, las empresas farmacéuticas suspendieron el desarrollo de nuevos preparados para los problemas psíquicos.