Lorenzo Silva: “República Checa es un gigante literario”
República Checa será el país invitado de honor de Getafe Negro, el festival de novela policiaca de Madrid, cuya quinta edición se celebrará entre el 20 y 28 de octubre próximo. Una delegación de escritores checos, encabezada por Pavel Kohout, participará en las actividades y dialogará con el público, con especial énfasis en el inmenso legado de Franz Kafka.
Lorenzo Silva escribe sobre el género y dirige dos festivales dedicados a la novela negra: Santiago Negro, en Chile, junto al novelista Ramón Díaz Eterovic, y Getafe Negro, que pronto celebrará su quinta edición, con la República Checa como país invitado de honor.
Silva encabezó una delegación que visitó Praga la semana pasada para promocionar Getafe Negro, a través de una conferencia celebrada en el Instituto Cervantes. Allí se reunieron escritores checos y españoles para hablar de literatura y del género negro.
Tras la conferencia, Radio Praga entrevistó a Lorenzo Silva, principal responsable de Getafe Negro. ¿Por qué República Checa como país invitado de honor?, fue la primera pregunta.
“Por una multitud de razones. Alguien dirá que la República Checa no es una superpotencia de la novela negra. Puede ser. Puede ser que no tenga esa condición, ¿no? Pero por ejemplo en checo se ha escrito una novela como ‘La Hora Estelar de los Asesinos’, de Pavel Kohout, que a mí me parece una de las mejores novelas criminales que he leído. Solo por eso ya sería una razón y Pavel Kohout va a estar en el festival”.
Aunque esa no es la razón principal, se apresura a explicar Lorenzo Silva.
“Pero hay otra razón. Nuestro festival es de novela negra pero sobre todo es un festival que se construye a partir de la literatura y abriendo la mirada hacia todas las artes. Hay teatro, hay cine, hay de todo. En lo que se refiere a la literatura, para mí sería imposible sería imposible entender la literatura occidental, la literatura contemporánea, que particularmente a mí me ha creado como escritor, sin la República Checa. Sin Kafka, sin Hašek, sin Hrabal, sin Kundera… Tanta gente. Será un país pequeño, será un país donde no hay ni mucho territorio ni mucha gente, pero literariamente es un gigante, solo con Kafka sería un gigante pero es que hay mucho más. Entonces a mí me parece que invitar a la República Checa a un festival literario es abrir una gran celebración de la literatura, de una parte muy importante de la literatura occidental”.Franz Kafka será uno de los ejes principales por los que se moverá este homenaje a la cultura checa en Getafe Negro, agrega Lorenzo Silva.
“Hemos querido celebrar una cosa curiosa que yo creo que ha pasado inadvertida y me da pena, porque se celebran tantas cosas que no tienen ni interés ni importancia. En este año 2012 se cumplen cien años de la escritura de ‘La Condena’, que es cuando Kafka se descubrió a sí mismo como escritor. Puede parecer poca cosa ‘La Condena’, un relato de apenas 16 páginas, pero en ese relato Kafka se encontró y además supo que se había encontrado. Luego perdió la fe, muchas veces, por el camino, pero ese fue el momento en el que él llegó a ser el escritor que quería ser, incluso a lo mejor sin darse él cuenta luego. ‘La Condena’ además es toda una metáfora, una metáfora criminal, una metáfora sobre el crimen y el castigo”.
La indeleble influencia de Kafka en la literatura en español será uno de los temas a tratar en Getafe Negro.
“Partiremos de ahí, de ese centenario, y a partir de ahí hablaremos de la obra de Kafka, la huella que ha dejado en la literatura española, que yo creo que es una huella más importante que aparente, a lo mejor. Aunque hay grandes escritores, si ampliamos la lista a literatura en español, pues desde Borges y Cortázar hasta otros muchos, la influencia de Kafka está lo claramente presente. Pero creo que no se habla lo suficiente en España de lo importante que ha sido Kafka para tantísimos escritores”.
Y también, cómo no, la relación de Kafka con el género criminal, si es que la hay.
“De Kafka se han destacado muchas dimensiones e incluso casi en algún momento se le ha beatificado de una manera inconveniente que hasta ha sido contraproducente. Pero a mí algo que me gusta mucho de Kafka es cómo describe el mal, la trivialidad con la que se desarrolla el mal, muchas veces, y cómo los instrumentos del mal muchas veces son personas vulgares, son personas no excesivamente ni perversas ni brillantes ni maquiavélicas, sino sencillamente personas perezosas, indolentes, que se dejan llevar. Todo eso aporta elementos muy ricos y muy interesantes para una reflexión sobre el crimen y sobre la literatura que se hace a partir del crimen”.
Porque aunque sean inocentes, hay un lado oscuro en los personajes de Kafka, agrega.
“Yo creo que ‘El Proceso’, por ejemplo, se puede leer como una novela policial. Joseph K. es un hombre que trata de investigar qué ha pasado para que sin haber cometido ningún crimen la maquinaria del Estado lo persiga. Además la novela se resuelve en un crimen, incluso. Es una novela negra terrible porque el hombre que busca justicia no la encuentra y encima acaba ajusticiado de una manera vil. O ‘El Castillo’ tiene también a veces la fisonomía de una investigación, dónde estará el resquicio que me permita llegar hacia quién me explique qué demonios hago yo aquí. Pero más que nada está en ese análisis del individuo y también en esa exploración del lado oscuro de las personas y también del lado oscuro de los propios protagonistas. Los personajes de Kafka a veces pueden parecer muy ingenuos o víctimas, pero hay un lado oscuro en el agrimensor, hay un lado oscuro en Joseph K., en Gregor Samsa, en el protagonista de ‘La Condena’. Hay un lado oscuro, aunque sean inocentes”.Otro de los temas de la quinta edición de Getafe Negro será la relación entre Franz Kafka y Praga.
“Yo creo que es imposible hablar de Kafka sin hablar de Praga. Siempre me ha parecido una gran paradoja porque luego uno lee a Kafka y no hay más que declaraciones de rechazo hacia Praga y hasta su propia biografía llegó a escenificar ese rechazo yéndose a Berlín y muriendo luego lejos de Praga. Pero todo fue en vano. Es como si estuviera condenado a esta ciudad. La primera vez que vine me encontré su cara puesta en todas las camisetas y me dije ‘pobrecillo, no lo consiguió, quiso irse pero no se fue’. Lo que pudo es morirse fuera pero ha quedado ligado a esta ciudad para siempre”.
Lorenzo Silva confiesa además que cuando vino a Praga la primera vez descubrió la curiosa simbiosis entre Praga y la obra de Kafka.
“A mí hay una cosa que me llamó mucho la atención la primera vez que vine. Yo pensaba que buena parte de la geografía de las obras de Kafka era imaginaria. Pensaba que eran cosas que él se imaginaba por la noche: las calles, los montes, los lugares extraños donde sucedían las historias. Hasta que descubrí que no, que era Praga todo, que sencillamente lo que había hecho había sido tomar apuntes del natural de Praga”.En la conferencia de presentación de Getafe Negro en Praga, en el Instituto Cervantes, participaron, además de Silva, los escritores checos Markéta Pilátová e Ivan Klíma y los españoles Mercedes Castro y José Ramón Fernández.
Durante las jornadas del festival Getafe Negro, que se celebrará entre el 20 y 28 de octubre próximo, también se hablará de la transición democrática de España y la República Checa, con sus similitudes y diferencias, entre otros temas.
La delegación checa estará compuesta por los escritores Pavel Kohout, Markéta Pilátová, Miloš Urban y muchos más.