Lo que más agobia al sistema de enseñanza checo

la escuela primaria

Los pupitres han vuelto a ser ocupados. Este lunes, con el inicio del nuevo curso escolar en la República Checa, muchos se mojaron con las lágrimas de algunos novatos, y otros fueron testigos de risa y alegría por el reencuentro con antiguos condiscípulos amigos.

El nuevo año escolar ha empezado para un millón y medio de estudiantes de todos los niveles de educación. Y se conoce que no ha empezado con buen pie a causa de los problemas que tendrá que enfrentar este sector.

A pesar de que el Gobierno de Milos Zeman aumentó en 530 millones de dólares el presupuesto del Ministerio de Educación, no todas las escuelas y centros de enseñanza han sido modernizados lo suficiente, a las escuelas de enseñanza básica y media les siguen faltando recursos, otras incluso han tenido que cerrar y no han abierto sus puertas este curso, y se ha puesto de manifiesto que antes se había invertido demasiado dinero en la enseñanza media en detrimento de la superior, a la que por falta de capacidad y plazas no pueden acceder decenas de miles de interesados anualmente.

A todo esto, como si fuera poco, se suma la cruda realidad de que el salario de maestros y profesores es menor que el salario medio de la República Checa, que actualmente es de unos 385 dólares al mes. Y ya se puede decir que el aumento salarial de ocho por ciento prometido para el año próximo por el ministro de Educación, Eduard Zeman, "está en las nubes" porque depende del presupuesto del Estado que sea aprobado por el Parlamento para 2002.

A pesar de los pesares, algo sí es más que cierto: gracias al inicio del nuevo curso escolar las calles y plazas de este país se han vuelto a inundar de bullicio, risas y alegría infantil, tan ausentes durante los dos meses de vacaciones.

Autor: Mónica Villegas Gallego
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