Lo mejor que le puede pasar a un cruasán es que lo traduzcan al checo
La novela Lo mejor que le puede pasar a un cruasán, de Pablo Tusset, publicada en España en 2001, se convirtió en un gran éxito de crítica y ventas, con adaptación cinematográfica incluida y múltiples traducciones, como al inglés, alemán, francés, italiano, portugués y ruso. Ahora se suma el checo, gracias al trabajo de Ondřej Nekola.
“Lo mejor que le puede pasar a un cruasán es que lo unten con mantequilla: eso pensé mientras rellenaba uno abierto por la mitad con margarina vegetal de oferta, me acuerdo. Y me acuerdo también de que estaba a punto de hincarle el diente cuando sonó el teléfono”.
Ese es el comienzo de la primera novela de Pablo Tusset, una comedia desopilante, disfrazada de thriller y ambientada en Barcelona, que una vez empezada se convierte en adictiva y ya no puede dejarse de lado.
Y eso es lo mejor que le pudo pasar al traductor Ondřej Nekola, encontrarse con este cruasán sabroso y divertido, ya que se aferró a él y no cejó hasta que tuvo lista la versión checa, recién publicada en la colección Transatlántica, de la editorial Garamond. Nekola explica cómo llegó al libro casi por casualidad.
“Una amiga mía un día vino a preguntarme si le podía ayudar con la traducción en cuanto a palabras como porro, etc. Le pregunté por qué y ella me enseñó la página que estaba leyendo. Yo la leí y me dije: ¡qué libro más interesante! Así que le pregunté a un amigo español si me lo podía mandar y me lo mandó y lo leí enseguida, todo, en quince días, y me dije que me gustaría traducirlo. Y como conocía a la maestra de traducción, decidimos traducirlo”.
Su profesora de traducción, que además es la directora de la colección Transatlántica, Anežka Charvátová, tuvo dudas en cuanto al humor del libro, pero Ondřej Nekola, de 28 años, confiaba en sus capacidades y la convenció de que podía hacer un buen trabajo, a pesar de ser su primera traducción.
“Decidí traducir los primeros dos capítulos del cruasán, y la profesora me dijo que estaba muy bien. Entonces le pregunté qué tal traducirlo todo. Y ella me dijo: ‘bueno, no estoy segura si el humor que hay en el libro van a entenderlo los checos’. Le dije que si se hacía bien, no hay problemas. Y ella me contestó ‘vale, si querés tradúcelo’. Y ya estaba”.
Nekola explica que la principal dificultad que tuvo al enfrentar esta traducción fue adaptar al checo el tipo de humor, basado en la realidad española, de la que no se conoce mucho en la República Checa.
“Pues con la realidad española, porque el humor de todo el libro está basado en la realidad española, en muchas películas, actores, escritores. Entonces era difícil acercarlo al lector checo, porque el checo casi no sabe nada de la realidad española. Aquí tenemos un dicho. Cuando no sabes nada sobre algo dices: ‘para mí es un pueblo español’. Algo desconocido, que no sabes nada sobre eso. Y entonces fue difícil compararlo o acercarlo al lector checo”.
Entre las curiosidades del libro, resalta una profusa mezcla de inglés y catalán entre el español. El traductor señala que el inglés lo dejó tal cual, ya que los checos también lo hablan, pero el catalán tuvo que traducirlo al checo, y para eso recurrió a la ayuda de amigos catalanes, porque él no lo habla.
En relación a una posible visita a Praga de Pablo Tusset, famoso por ser una especie de Salinger de las letras hispanas, recluido de la sociedad, Ondřej Nekola alega que intentó comunicarse con él, pero no hubo caso.
“Sí, bueno, yo quería invitarlo pero no lo conseguí porque Tusset no quiere hablar con el mundo, no quiere hablar con nadie, no le gusta hacer entrevistas y no vino porque no le gusta viajar”.
Pablo Tusset acaba de publicar en España su segunda novela, En el nombre del cerdo, mejor evaluada aún por los críticos que su debut, pero Nekola dice que aunque ya la leyó y le gustó, no sabe si intentará trabajar en esa traducción.