Las tarifas telefónicas checas son las más caras de toda Europa

Datos de la Comisión Europea señalan a las tarifas checas como las más caras de todo el continente. Preocupa la colaboración entre las principales operadoras del país y la falta de competencia.

Foto: Kristýna Maková,  Radio Prague International

La industria de la telefonía checa se encuentra en el ojo del huracán. Un estudio de la Comisión Europea señaló el servicio y las tarifas en el país como una de las más prohibitivas de todo el continente, evidenciando que los checos pagan mucho más por sus líneas móviles que el resto de sus vecinos europeos.

Los datos obtenidos por la propia Comisión Europea muestran que el problema de las tarifas “infladas” es real y preocupante. El estudio en cuestión dispuso doce tarifas diferentes, cada una con su propia combinación de datos móviles y minutos, y otorgó una calificación de 1 a 4 para cada una de ellas. Las cifras hablan por sí solas: Chequia obtuvo la puntuación más baja en once de las doce categorías.

Foto: Tomáš Adamec,  Český rozhlas

Las tres grandes operadoras del país, O2, Vodafone y T-Mobile, fueron incluidas en el estudio, quedando fuertemente señaladas por las conclusiones del mismo. De hecho, esta suerte de oligopolio de la red checa no solo levanta ampollas entre los consumidores, sino que ya ha sido investigada por los organismos europeos por posibles infracciones contra la legislación de competencia de la UE. Por ejemplo, una evaluación preliminar de la Comisión Europea descubrió que un acuerdo de red compartida entre O2 y T-Mobile CZ podría violar la ley de competencia. Sucede lo mismo con el acuerdo entre T-Mobile CZ y el proveedor de infraestructura CETIN.

El comercio de T-mobile | Foto: T-mobile

Destaca además el hecho de que este fenómeno parece limitarse a las fronteras checas. Países vecinos como Polonia o Eslovaquia obtuvieron grandes calificaciones en el examen europeo a sus respectivas tarifas. De hecho, Polonia obtuvo la calificación más alta posible para las doce tarifas evaluadas.

Así, mientras las principales compañías cierran este tipo de acuerdos de colaboración que les permitan perpetuar el status quo del sector, el consumidor checo se encuentra desprotegido. La solución a esta problemática pasa por que la UE aumente la presión sobre los operadores y consiga así abrir el mercado checo a una mayor competencia.