Las setas, una pasión checa

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Los checos son muy dados a los paseos por los bosques. En caso de que en estos días visiten la República Checa, y decidan pasear por un bosque se toparán con una situación bastante llamativa. Decenas de personas, hombres, mujeres y niños de todas las edades deambulan entre árboles en busca de setas u hongos, como también se les llama.

Foto: Štěpánka Budková
En A Toda Marcha conversamos hoy con Vasek, un apasionado de los hongos. A pesar de que recoger hongos es una afición completamente espontánea, en la República Checa tiene una tradición centenaria. No existen manuales, para la recolección, ya que más bien se trata de una especie de ritual.

Existen, por supuesto atlas para reconocer la infinidad de variedades. Y las reglas, más que reglas son más bien costumbres. Y todas las personas aficionadas a la recolección de setas u hongos insisten en la importancia de cuidar los bosques. Vasek nos reveló que empezó a recoger hongos desde muy pequeño. Acompañaba a sus padres, pero -dice- que al principio no le gustaba, más bien le parecía aburrido. En la infancia no podía imaginarse que un día tomaría él mismo la iniciativa de ir al bosque con un grupo de amigos.

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"Para empezar es necesario decir que resulta indispensable levantarse muy temprano, para estar entre los primeros en el bosque. Hay que controlar el pronóstico del tiempo. La lluvia es importante, pero para el día siguiente, porque así habrá más hongos. En caso de lluvia el día de la recolección, se puede decir que es una jornada perdida".

Bueno, ya sabemos que para salir a recoger hongos hay que levantarse temprano. Muchas personas duermen la noche anterior en el bosque para ser los primeros, ya que empiezan a buscar setas con la primera luz del día.

La afición de recoger hongos no suele ser un hobby caro. La persona necesita un buen par de zapatos para caminar por el bosque, pueden ser tenis, lo más exigentes llevarán botas para montaña. Muy importante es el cesto donde se depositarán las setas. Por lo general se trata de un cesto de mimbre, puede ser también de rejilla de metal, o de redecilla, una bolsa de tela, pero nunca de plástico ya que los hongos se echarían a perder muy pronto. Indispensable resulta una navaja y una capa contra la lluvia.

Foto: CTK
Vasek nos relata que las jornadas en el bosque son de diferente duración.

"La jornada puede ser de una mañana, de una mañana y parte de la tarde, o de mañana y tarde. Dependerá de si llenamos pronto nuestro cesto, en tal caso no tiene sentido continuar. O claro puede pasar que ese día no encontramos nada y volvamos pronto a casa, es un asunto de suerte".

Las setas recogidas se consumen frescas o bien se ponen a secar y se guardan para el invierno. Con mucha frecuencia los hongos frescos se comen el mismo día con huevos revueltos. Muy solicitada es la sopa de papas con hongos, estupendas son las setas empanadas y por supuesto las salsas a base de hongos.

Foto: CTK
Además de la cantidad de setas que se puedan recoger en una jornada, es muy frecuente que los recolectores compitan entre sí, mostrando el hongo más grande que hayan encontrado.

Vasek asegura que más por el tamaño de las setas, él apuesta por la cantidad.

"Yo creo que cuando hay un día bueno, uno sigue recogiendo hasta que hayan hongos y termina llenando varios cestos. Se trata de algo que nunca se pierde".

En cuanto a la variedad de hongos, la República Checa es una verdadera potencia. Se puede decir que hay setas de formas y sabores para todos los gustos. Las estadísticas indican que los checos recogen unas seis mil toneladas de hongos al año.