Las razones del creciente número de divorcios en Chequia

Chequia figura entre los países comunitarios con mayor número de divorcios, junto con Bélgica, Finlandia y Suecia. Mientras que en los años 50 se separaba alrededor del 10 por ciento de los matrimonios checos, actualmente lo hace el 49 por ciento de las parejas. Al tema nos dedicamos en esta A Toda Marcha.

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Radek Najbrt, ingeniero en construcción de la ciudad de Kolín, sostiene que los divorcios se deben en gran medida a los problemas económicos que tienen los matrimonios jóvenes.

”Actualmente, la mayoría de los matrimonios jóvenes no dispone de recursos necesarios para comprar un apartamento o una casa y se ven obligados a vivir con sus padres. Eso crea problemas generacionales que se intensifican cuando nacen los hijos. La constante intromisión de los padres en la convivencia del joven matrimonio, aunque pueda ser con buena intención, lleva frecuentemente a la separación de esa pareja”.

Jarmila Nováková, traductora de Praga opina por su parte que la causa del creciente número de divorcios es que se consideran algo muy normal y pocas parejas tratan de conservar su matrimonio.

”No sé si será porque algo ha cambiado en la sociedad, pero actualmente a nadie le sorprende y, no pregunta, cuando alguien se divorcia. Creo que ello se debe a las informaciones cotidianas en la prensa sobre políticos, actores y cantantes, que se casan, se divorcian y luego se casan de nuevo. Antes se hacía hincapié en la moral y los buenos modales, pero hoy a nadie le importa nada”.

Los psicólogos buscan respuesta a ese fenómeno también en el cambio del estilo de vida. Las parejas tienen menos tiempo de estar juntas y dedicarse a los hijos, ya que la sociedad consumista actual considera como fundamental la fuerza económica de cada individuo. Así, las parejas poco a poco se van enajenando y muchas terminan divorciándose.

Jarmila afirma que, aunque defiende la emancipación de la mujer en los últimos decenios, cree que ésta también influye en el número de divorcios.

“Sí, la emancipación juega un importante papel. Antes la mujer se subordinaba en todo al hombre, porque dependía de él en lo económico. Y en cuanto esa dependencia ya no existe y la mujer es capaz de sustentarse sola y también a sus hijos, prefiere divorciarse cuando el matrimonio no funciona, antes que subordinarse al dictado del esposo”.

Marie Janková, de la ciudad de Jihlava, ha vivido esa experiencia. Según cuenta, el amor y la felicidad en su matrimonio duraron sólo un par de años.

'Núcleo familiar' checo

”Mi matrimonio no era feliz, pero por nuestras hijas no quería divorciarme. Algún tiempo aguanté los gritos y maltratos de mi esposo, que eran muy frecuentes. Pero cuando un día mi hija mayor me preguntó ¿por qué papá gritaba tanto y era tan malo?, decidí divorciarme. No quiero que mis hijas piensen que todos los hombres son así. Y no quiero que crezcan en un ambiente de tensión”.

Los psicólogos sostienen que precisamente los niños son los que más sufren por los divorcios. Al mismo tiempo admiten que cada caso es diferente. Eva Hůrková, entrenadora de aérobic de la ciudad de Kladno, opina que el sano ambiente en la familia es lo fundamental para los niños.

”No todo es negro o blanco. Y es así también en el caso de los niños. No todos necesariamente, sufren con el divorcio de los padres. En algunos casos hasta se puede decir que el divorcio libera a los niños, pues acaba con el mal ambiente cotidiano en el hogar. Si el niño y uno de los padres están expuestos al terror del otro cónyuge, creo que es mejor que el matrimonio se divorcie”.

Sea como fuere, hay un poco de todo. El matrimonio es un compromiso. Y, al igual que otros compromisos que uno suele asumir, su cumplimiento depende de la educación, del grado de preparación y de la disposición de cada individuo de cumplir con las obligaciones que conlleva y no sólo de aprovechar sus privilegios, afirman los psicólogos.