Las culturas checa y eslovaca en pleno corazón de Buenos Aires

Foto: Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires

Durante el pasado fin de semana la colectividad checa y eslovaca en América latina dio a conocer su riqueza cultural en Buenos Aires.

Stand checo - eslovaco,  foto: Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
Quienes decidieron salir a pasear el fin de semana pasado por el centro de la capital argentina se fueron encontrando en su recorrido con banners de la bellísima Český Krumlov, estampitas de San Venceslao o los retratos de los compositores Bedřich Smetana, Antonín Dvořák y Leoš Janáček.

En el marco del sexto Festival de la cultura checa y eslovaca que, este año, se unió al evento de colectividades “Buenos aires celebra” se podía respirar un verdadero clima de integración cultural entre exquisitos aromas a gulash, bailes folclóricos, música típica y camisetas con el número diez del inoxidable Rosický.

Un interesante cruce entre descendientes checos y eslovacos, estudiantes de los respectivos idiomas y también, por qué no, muchos argentinos que alguna vez escucharon o leyeron algo de Praga y, desde entonces, sueñan con conocer la ciudad de las cien torres.

Milan Frola,  foto: Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
Milan Frola, Consejero y Cónsul de la embajada de República Checa en Buenos Aires, nos cuenta los detalles.

“El año pasado se hizo por primera vez en la historia con nuestros hermanos eslovacos, este año a diferencia del año anterior estuvimos celebrando también con Alemania y con nuestros colegas de Austria. El ‘Buenos Aires celebra’ es un evento que organiza el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y tiene como objetivo dar espacio a las comunidades para que puedan presentar sus tradiciones, sus comidas, sus bailes y así dar a conocer toda la diversidad que hay en Buenos Aires. Nosotros checos y eslovacos aprovechamos esta oportunidad para invitar también a nuestras colectividades del interior y organizar conjuntamente el Festival de la cultura checa y eslovaca de América latina organizado por las profesoras de idioma checo que tenemos acá en Argentina".

El evento, por el que pasaron casi diez mil personas, contó con puestos culturales y gastronómicos de los principales clubes de cultura checa y eslovaca: la Asociación Hogar Checoslovaca de Rosario, la Colectividad Checa Český Dům en Argentina, la Asociación Cultural Eslovaca SPOLOK y el Centro Cultural Checo de Argentina, además del stand de la Embajada de la República Checa.

Radka Navarová,   (la más alta de las tres),  foto: Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
Radka Návarová, una de las profesoras de checo que organizó el festival junto a Zuzana Šepsová nos cuenta las actividades del viernes en el auditorio de la Universidad Kennedy de Buenos Aires.

“Se hizo un pequeño concierto que era, digamos, la parte checa, que lo hizo la profesora que trabaja en Chaco porque además de enseñar el idioma es profesora de música, ella tocó viola y violín junto con el pianista argentino Jesus Cañete, ensayaron y prepararon algunas obras de Dvořák y después hubo una presentación sobre los Palacios y castillos en Eslovaquia, lo hizo el presidente del club eslovaco César Mangiaterra. El evento no es solo para los checos, los eslovacos o los descendientes, está abierto para todos, cualquier persona interesada en la cultura podía entrar, entonces vinieron muchos alumnos del idioma que no tienen nada que ver con la colectividad".

La misma respuesta del público se dio el día sábado ya no en un lugar cerrado sino en la emblemática Avenida de Mayo, ante un gran escenario por el que desfilaron grupos artísticos como Sokol (conjunto de danzas folklóricas checas), Vlastimil (grupo de danzas checoslovacas en la ciudad de Rosario) y Na zdraví (agrupación de desarrollo cultural chileno-checo). Nos cuenta el Cónsul Milan Frola.

Danza típica checa,  foto: Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
“Esta edición fue excepcional, como era un lindo día de primavera había mucha gente, mucha acogida, y junto a nuestro amigos alemanes y austríacos tuvimos una gran parte de la avenida cortada y la verdad me quedé muy contento y también me sentí más conectado con la gente. Las colectividades piensan qué se puede ofrecer al público argentino: salchichas, repollos agrios, todo tipo de tortas fritas y por supuesto pernil con pepinillos y goulash".

Justamente un aspecto vinculado con la comida es lo que más sorprendió a la profesora de checo Radka Návarová.

Escenario en la Avenida de Mayo,  foto: Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
"Hablé con todos los que participaron de la cultura checa y eslovaca que vendieron toda la comida y muchos ya tenían todo vendido a las cuatro de la tarde y el ‘Buenos Aires celebra’ terminó a las siete, entonces hubo mucha gente interesada en probar la comida y también en el folklore checo, la gente que tenía traje prácticamente no paraba de sacarse fotos con los visitantes, en la República Checa esto no llamaría tanto la atención”.

Uno de los que vistió esos típicos trajes o “kroje” fue el cónsul Milan Frola quien, además de sacarse también muchas fotos, exhibió su talento en el Verbuñk, una típica danza checa proveniente de Moravia del Sur que se basa en la espontaneidad y la improvisación y que, desde 2008, integra la lista representativa del patrimonio cultural inmaterial de la UNESCO. Aún emocionado, Frola nos relata su experiencia.

Foto: Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
“Ya el año pasado di una pequeña clase de algún baile folklórico y este año me invitaron a subir al escenario principal y así pude disfrutar toda esta alegría y emoción presentando esos bailes típicos frente a una multitud de gente. Escogí este baile que se llama Verbuñk, que es un baile inscrito en lista inmaterial de la Unesco, un baile de varones que consiste en una combinación de saltos y pasos respetando la música y cantando, y como es individual y la combinación es de cada uno de los bailarines, es algo único y por eso está en la lista del patrimonio inmaterial de la Unesco”.

Foto: Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
Como un puente llamado a la unión estos eventos cumplen el doble objetivo de integrar las comunidades checas y eslovacas que existen no solo en diferentes ciudades de Argentina sino también en países vecinos como Chile, Uruguay, Paraguay y Brasil y, al mismo tiempo, dar a conocer al público argentino una cultura que, con sus diferencias y semejanzas, suele resultar fascinante.