Venir a estudiar a Chequia significa encontrar tanto la carrera como el alojamiento adecuado para cada uno. Por lo general, los estudiantes extranjeros pueden elegir entre una residencia o vivir de alquiler.
¿Residencia de estudiantes o alquiler propio? Esa es la pregunta clave que se tiene que responder cada estudiante extranjero que viene a Chequia, ya sea por un período de tiempo más breve, como, por ejemplo, en el marco del programa Erasmus, o por un tiempo más largo. Según confesaron las estudiantes de la Universidad Checa de Ciencias de la Vida Sandra García y Carolina Huertas, el tiempo total de los estudios puede ser un factor clave a la hora de decidir.
“(Las residencias) son más para personas que van a hacer Erasmus, una corta estancia y ya se van. Pienso que si estás en un doctorado, está padre la fiesta un rato pero a veces necesitas un poco de tranquilidad. Siento que es un choque cultural, porque son tantos cambios cuando uno llega a estudiar. Lo bueno es que si están en el dormitorio, pueden hacer más amigos. Pero el tema de convivir con otra persona dentro de la misma habitación muchas veces, siento yo, es diferente y dependiendo de cada cultura somos más dados al silencio, a la música, a dormir en la noche o levantarse temprano, no sé, diferentes cosas”.
Parece ser que el asunto, no obstante, es más complicado que tomar una decisión basándose en la duración de la estancia. Dipti Budha, igual que Sandra y Carolina, vino a Chequia para hacerse doctora, en su caso de literatura, en la Universidad Palacký de Olomouc. Dipti optó por quedarse en una residencia y, según dice, la mayor ventaja de esta decisión es la cercanía de la residencia a la universidad y, asimismo, el hecho de poder compartir su cotidianeidad con personas con intereses similares.
“La ventaja es que está en el centro y la universidad está muy cerca de aquí, a unos cinco minutos andando y, como vivo con otros estudiantes, me siento muy bien y entusiasmada, porque ellos están estudiando siempre. Así que para mí es muy bueno estudiar y vivir con otros estudiantes. Además, ahora que vivo con una chica local, aprendo un poco de checo con ella, y también puedo conocer mucho sobre la cultura”.
Cuenta Dipti Budha que la Universidad Palacký tiene la ventaja de contar con varios edificios y cada uno tiene sus propias características, uno de ellos, por ejemplo, está destinado, sobre todo, a los estudiantes de Erasmus. Esa misma información la confirma otra estudiante, Cintia Marchetti, quien ya concluyó un doctorado en bioquímica y ahora está terminando también su posdoctorado en la misma universidad.
“Hay cuartos individuales, cuartos compartidos y hasta departamentitos donde puedes tener tu propio espacio. Para mí está súper bien y tiene detalles como una lavandería a la que puedes llevar tu ropa de cama y la cambias. En la recepción siempre hay desde planchas hasta cualquier otra cosa que necesites, y la recepción creo que está abierta las 24 horas”.
Igual que en el caso de la Universidad Palacký, los demás centros de formación superior checos suelen contar con varias instalaciones de alojamiento distribuidas por toda la ciudad universitaria. Como en el caso de Cintia Marchetti, los estudiantes suelen elegir residencias mejor equipadas y con buena evaluación, sin embargo, no siempre se les concede la opción que han elegido debido a la capacidad. Esa experiencia le tocó vivir al estudiante de ingeniería en sistemas en la Universidad Técnica de Praga, Ernesto Ochoa, quien aplicó dos veces a un alojamiento particular y, al final, le tocó uno diferente. La situación la solucionó buscándose un apartamento por su propia cuenta.
“Tuve muchísima suerte. Encontré un departamento muy cerca del campus, tengo un compañero de piso y ya. Muchos tienen problemas con arrendadores aquí porque no arrendan a extranjeros, porque son muy especiales. Pero al mío yo lo amo. Filip, si estás escuchando esto, gracias por rentarme. Él es muy buena persona, muy accesible en todo y lo rentó a mí y a otro mexicano, entonces, quedó perfecto. Tuve mucha suerte. Y muy curioso, me dijo que los que estaban antes de mí eran igual, estudiantes de la misma facultad de la misma universidad, entonces, como que continuamos esa tradición en el departamento”.
Además de las instalaciones de alojamiento, las universidades checas también ofrecen una red de comedores universitarios que ofrecen a los estudiantes un lugar cercano para almorzar con un buen equilibrio de calidad y precio.