La violinista Gabriela Demeterová terminó un maratón
La más célebre violinista checa de la actualidad, Gabriela Demeterová, concluyó en estos días un grandioso proyecto. En el curso de los últimos tres años se dedicó a la grabación del conjunto de las sonatas de Wolfgang Amadeus Mozart. En estos días presentó al público el quinto y último disco de la serie.
Gabriela Demeterová afirmó en el acto que se siente feliz, aunque un tanto agotada.
"Para mí terminó un maratón cuando, además de un nutrido programa de conciertos, estuve trabajando en la grabación. Aunque me siento un tanto cansada, debo afirmar que se trató de tres años felices. Hemos grabado las 16 sonatas completas de Mozart, es decir, obras que fueron compuestas exclusivamente por el genio austríaco. Resulta que en algunas sonatas había colaborado con Mozart su alumno Franz Süssmayer."
En la grabación del álbum participó el solista en hammerklavier Norbert Heller, quien toca un instrumento magistral que se ha conservado en el Palacio de Libochovice Bohemia del Norte. El hammerklavier, fabricado en 1815 por Konrad Graf, nunca tuvo que ser reparado.
La presentación del disco tuvo lugar en el Monasterio Brevnov, de Praga, que es uno de los lugares donde Gabriela Demeterová suele ofrecer, junto con otros músicos, conciertos en beneficio de la construcción de un nuevo órgano en la basílica de Santa Margarita, perteneciente al monasterio.
El instrumento original resultó destruido en los años 70 del siglo XX. El objetivo de las actividades es que el monasterio disponga de un nuevo órgano en 2007.
La violinista se dedica desde hace tiempo a actividades encaminadas a la restauración de monumentos culturales en la República Checa. En 2001 fundó el festival de música clásica "Perlas Barrocas", que tiene el objetivo de conservar monumentos históricos y apoyar de manera financiera a músicos jóvenes. Sin embargo, Gabriela Demeterová decidió este año retirarse del proyecto por diversas razones.
"Lamentablemente, mis obligaciones me impiden dedicarme plenamente a este evento. Mi programa de conciertos es cada año más apretado y mi tiempo libre cada vez más limitado. Organizar una actividad de estas dimensiones sería actualmente para mí muy problemático. De manera que abandoné por cierto tiempo el festival, pero no su idea".
La música sigue ofreciendo conciertos en beneficio de la conservación de los monumentos culturales en el país. Según señaló, los conciertos gozan de gran popularidad y los recursos recaudados son cada año mayores.
En el Instituto Cervantes de Praga fue presentado hace poco el libro "Picasso en Praga", cuyo autor es el hispanista y profesor de la Universidad Carolina, Pavel Stepánek. El libro ofrece una amplia información gráfica y documental sobre la presencia de Pablo Picasso en las colecciones de arte checas.
Según destacó Pavel Stepánek, los cuadros del célebre pintor malagueño estuvieron presentes y fueron coleccionados en Praga muy pronto, incluso antes de la Primera Guerra Mundial.
"La obra de Picasso comienza a penetrar en la conciencia checa, para decirlo así, con el pintor y famoso diseñador de carteles checo Alfons Mucha. Este fue el preludio de los contactos que lograron los artistas checos entre los años 1907 y 1911. En esa época vivió en París también el famoso especialista de arte checo Vincenc Kramár, quien en aquel entonces había comprado una serie de obras de Picasso. Kramár regaló esta colección en 1960 a la Galería Nacional de Praga. Junto con otras compras representa parte del "tesoro Picasso" que no puede omitir ningún estudioso o admirador de la obra de este gran pintor."
Entre 1918 y 1938, el público checo tuvo en varias ocasiones la oportunidad de familiarizarse con la obra de pintores franceses, entre los que aparecieron varios cuadros de Picasso, destacó Pavel Stepánek.
"Después de la Segunda Guerra Mundial, en 1946, la primera exposición que llegó de París no fue de la pintura francesa, sino española, de los llamados "pintores republicanos" Entre ellos se encontraba también una colección de obras de Picasso. Cuando en la República Checa comenzó a imponerse el llamado "socialismo realista", la obra del pintor quedó un poco aparte, pero fue permitido hablar de Picasso porque él fue miembro del Partido Comunista francés. A partir de los años 60, cuando Vincenc Kramár había donado su serie de cuadros de Picasso a la Galería Nacional de Praga, volvió a exponerse su obra. Desde ese momento la obra del pintor está permanentemente presente en las tierras checas por medio de exposiciones y publicaciones de autores checos y extranjeros."
Cabe agregar que el libro "Picasso en Praga" del hispanista y profesor de la Universidad Carolina, Pavel Stepánek, fue publicado en idioma español por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Madrid en 2005.