La UE cinco años después de la ampliación: se diluye la diferencia Este-Oeste

Alexander Vondra y Joaquín Almunia

La ampliación de la Unión Europea que tuvo lugar hace cinco años, y que incluyó a la República Checa en la Europa de los 27, ha tenido un saldo positivo económicamente. Esta es la conclusión del informe presentado este lunes en Praga durante la conferencia “Ampliación de la Unión Europea cinco años después”.

Alexander Vondra y Joaquín Almunia
En términos económicos, la ampliación de la Unión Europea fue beneficiosa tanto para los países que entraron como para los que ya estaban. Según el informe elaborado por la Comisión Europea, el crecimiento económico de los nuevos estados miembros se aceleró en el periodo entre 2004 y 2008 hasta llegar a un promedio del 5,5 por ciento. Los viejos miembros también crecieron, aunque a un ritmo menor, sobre todo gracias a las inversiones en los estados que acababan de incorporarse.

Al mismo tiempo, se incrementaron las exportaciones en toda la Unión, aumentó la competitividad con respecto al resto del mundo y los estados de reciente incorporación aprovecharon la nueva coyuntura para modernizar y reestructurar sus economías.

Esto ha llevado, según el Viceprimer ministro checo para Asuntos Europeos, Alexander Vondra, a la convergencia de los nuevos y viejos países miembros.

“La diferencia entre los nuevos y viejos estados desaparece más rápido de lo que se preveía en un principio. La consideración de nuevos o viejos países miembros está superada desde hace tiempo. Al contrario, los temores ante la ampliación no se han cumplido; nunca se dio esa llegada masiva de trabajadores de Europa del Este a los viejos estados miembros”, señaló Vondra.

Gran parte de la conferencia estuvo dedicada a la crisis económica y a cómo la Unión Europea está trabajando para amortiguarla. El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, el español Joaquín Almunia, destacó que la Unión Europea surgida tras la ampliación se encuentra totalmente preparada para hacer frente a la crisis financiera.

Almunia subrayó que de hecho la Unión cuenta con una serie de instrumentos, como los fondos estructurales o el Banco de Inversión Europeo, que se están viendo reforzados. Además, el mismo hecho de pertenecer a la organización hace que los estados miembros trabajen de forma coordinada y se evite la aplicación de medidas proteccionistas.

En este sentido, Almunia consideró crucial profundizar en la integración política y económica.

“El euro es el objetivo real. La moneda única es extremadamente importante precisamente por la difícil situación económica. Por eso estamos dispuestos a apoyar todos los esfuerzos que se hagan para entrar en el euro. Y en segundo lugar, no hay que olvidar el Tratado de Lisboa. A la hora de adoptar decisiones importantes en el seno de la Unión, por ejemplo ahora con la crisis, es fundamental estar bien equipado institucionalmente”, explicó Almunia.

La Unión Europea surgida tras la ampliación se ha convertido en la mayor economía integrada del mundo, al constituir el 30 por ciento del PIB mundial. Al mismo tiempo concentra el 17 por ciento del comercio internacional, sin contar las relaciones comerciales entre países miembros.