La transición checoslovaca, un modelo a seguir para Cuba
Una comisión de ex presos políticos cubanos visitó la semana pasada Praga para buscar apoyo en sus esfuerzos en la libertad de los prisioneros políticos en Cuba. Con este motivo se reunieron con varios representantes de la vida política y cultural del país, entre ellos el ex presidente de la República, Václav Havel, y el presidente del Senado, Petr Pithart. Angel Cuadra, presidente del PEN-Club de escritores cubanos en el exilio, Reinaldo Aquit, presidente del presidio político cubano, y su esposa Berta visitaron los estudios de Radio Praga para compartir con nosotros sus opiniones acerca de la situación actual en la Isla y el papel que pueda desempeñar la República Checa en la transición de Cuba a la democracia.
Reinaldo Aquit: "Hemos venido a la República Checa, un pueblo hermano con el que coincidimos plenamente en sacrificios históricos, en terribles experiencias que pasamos, o estamos pasando actualmente, Uds. ya padecieron la terrible experiencia del totalitarismo. Creemos que en las entidades internacionales, en este caso en la República Checa, como en otros países a los que nos vamos a dirigir, estamos recabando ese apoyo que necesita nuestro pueblo en estos momentos para ayudarles a salir de esa fuerza diabólica que representa el sistema totalitario".
Angel Cuadra: "El modelo que Uds. dejaron atrás, gracias a Dios y al esfuerzo de los checos, quiere mantenerse en Cuba. Pero no solamente mantenerse en Cuba. No estamos hablando solamente de nuestro problema, sino del problema general de América Latina. Ese modelo quiere ponerse como patrón en América. ¿Qué sucede? En América tenemos problemas. Las repúblicas de América Latina son relativamente jóvenes, por las circunstancias específicas de la integración racial, sobre todo el indio con el español, culturas distintas, la cercanía de los EE. UU. La diferencia de esas dos culturas, la cierta aversión o envidia, o lo que fuera, contra EE. UU. motiva a muchos de las multitudes a sentir simpatía, o por lo menos adhesión, a una persona que se manifiesta como el adalid del antinorteamericanismo. Esa cuestión la ha utilizado bastante el gobierno de Castro, fundamentalmente. En Hispanoamérica hay problemas, las diferencias económicas, de subdesarrollo, etc., y se hace una gran campaña de que la democracia no ha resuelto los problemas en América Latina, sin darse cuenta de que la democracia no es un sistema cerrado, sino que la democracia es un sistema que permite una serie de experimentos sociales, políticos y económicos. No es un dogma que establece una forma económica, ideológica y social invariable. Entonces, resaltando las dificultades que existen en Hispanoamérica, el gobierno de Cuba trata de decir: la opción para resolver vuestros problemas es el modelo de Castro. Pero este modelo ya está en desuso en Europa, Uds. lo echaron al cesto de la basura. Y ese señor todavía quiere que este modelo, que ya históricamente falleció, sea la opción que tengan los pueblos hispanoamericanos. ¡Hermanos de Hispanoamérica, no traten de remediar sus males con el sistema que Castro les exporta!
La República Checa, la antigua Checoslovaquia, lo ha demostrado. Queremos cambiar hacia esta forma. Nunca como decían algunas personas una variante del socialismo. La visión que se tiene del socialismo es errónea en América, se asocia con el comunismo. No es así, hay socialdemocracia, democracia cristiana, liberal, conservadora. Entonces, nosotros queremos que el cambio sea así como ocurrió en Checoslovaquia, un cambio del totalitarismo a la libertad".
¿Nos podrían explicar cómo es la situación en Cuba hoy? Cuando Oswaldo Payá visitó en enero del año pasado Praga se mostraba bastante optimista hacia un eventual cambio democrático en la Isla, luego en marzo llegó la nueva ola represiva del régimen de Fidel Castro ...
Berta Aquit: "Según las noticias que constantemente nos están llegando de la Isla, aguardan con esperanza el cambio lo más pronto posible, pero un cambio radical".
¿Cómo debería iniciarse ese cambio, por vía pacífifa o admiten también otras variantes?
Reinaldo Aquit: "Existen dos opciones que son reales. El pueblo cubano espera que ese cambio sea sin derramamiento de sangre. Sin embargo, cada día constatamos de que el sistema impide, prohibe, no quiere que se suceda este cambio. El susodicho gobierno comunista cubano no permite ningún tipo de libertad ni de derechos. El ciudadano no puede expresarse individualmente. Uds. han visto en las noticias en los últimos años como han sido apresados constantemente los opositores al sistema por el simple hecho de leer un libro, de crear una biblioteca independiente, de manifestar su desacuerdo con lo establecido por el sistema. El régimen no permite que un cambio democrático se produzca en Cuba. La otra probabilidad que cada día, por desgracia, estamos previendo, es que el pueblo se rebele de una forma violenta, que no queremos, pero que el régimen lo está prácticamente pidiendo como si ese derramamiento de sangre fuera la justificación para decir que se van pero se van de esta forma, que el pueblo sufra y que corra la sangre".
Una vez caído el régimen de Fidel Castro, ¿cómo ven el futuro de Cuba?
Reinaldo Aquit: "Nosotros creemos que el futuro de Cuba va a ser glorioso, porque existen los medios económicos para ayudar a este pueblo. Naturalmente va a ser difícil porque la reconstrucción de Cuba no es nada fácil. Hay que partir de la base de que 45 años, con varias generaciones ya crecidas en este sistema, han destruido la cultura, el medio ambiente, han destruido incluso prácticamente la moral que traía el pueblo y que han creado una nueva faceta en la personalidad del ciudadano cubano. Todo eso hay que reconstruirlo y es más difícil reconstruir estos aspectos de la sociedad cubana que el plano económico".
Angel Cuadra: "Uds. en la República Checa, la antigua Checoslovaquia, retomaron muchas de las cosas de la tradición de su país. Porque un país no se puede reconstruir partiendo de cero. Uds. son producto de lo que han pensado y aportado a la idiosincrasia del pensamiento y del espíritu checo todos sus antecesores. Por lo tanto, hay que recurrir a esas raíces. Las modificaciones tienen que hacerse sin romper las tradiciones y la idiosincrasia de un pueblo".