La salud mental de los checos se deteriora y los psicólogos escasean
La pandemia ha ocasionado un incremento de los casos de ansiedad y otros problemas psicológicos. No obstante, en Chequia la falta de psicólogos ocasiona que las personas deban esperar meses antes de ser atendidas.
La pandemia del coronavirus ha agravado la salud mental de los checos. De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Mental, cada vez más personas sufren de ansiedad. En comparación con el año pasado, su número se ha doblado.
No obstante, encontrar a un psicólogo en Chequia puede ser una tarea más difícil de lo que pueda parecer. Una experiencia que confirma a la Radio Checa Pavla, de 27 años.
“Tuve que llamar a cuatro consultorios psicológicos para conseguir una cita y el tiempo de espera era de unos tres meses. No fue nada agradable porque cuando uno se da cuenta de que tiene un problema y decide que quiere resolverlo y lo rechazan en todas partes, el sentimiento que uno tiene es casi de desesperación”.
La realidad actual es que no son suficientes los psicólogos financiados por las aseguradoras médicas. Estas solo pueden cerrar un número limitado de contratos con estos especialistas en cada región. Por ejemplo, las aseguradoras en Praga han rechazado 25 solicitudes durante los últimos seis meses.
Paradójicamente, Chequia cuenta con menos psicólogos que muchos otros países desarrollados, según confirma Jan Bažant, de la Asociación de Psicólogos Clínicos.
“Praga cuenta con unos 12 psicólogos por cada 100 000 habitantes. Esto es más que la media nacional, que es de siete. Pero, de igual manera, queda muy por debajo de la media de los países más desarrollados. Un extremo es Países Bajos, donde cuentan con más de 150 psicólogos por cada 100 000 habitantes”.
Dada la falta de accesibilidad de los consultorios psicológicos, algunos optan por terapias privadas. No obstante, estas no las cubre el seguro médico y una consulta cuesta en promedio unos 30 euros, inversión que no todos pueden permitirse. Además, los terapeutas privados solo han podido ofrecer consultas en línea durante la pandemia. Solución que no es apropiada para todos, según afirmó Jiří Drahota, de la Asociación Checa de Terapeutas.
“Apreciaríamos si pudiéramos decidir por cuenta propia si la situación del cliente es crítica y si requiere una cita en persona. Esto se aplica principalmente a terapias infantiles, que es imposible realizar en línea”.
En reacción a la creciente necesidad de los checos de recibir cuidados en esta área, el Ministerio de Salud, el Instituto Nacional de Salud Mental y las aseguradoras médicas han decidido reforzar la oferta de cuidados psicológicos durante la pandemia.
Por ejemplo, la Compañía General de Seguros de Salud (VZP), una de las más grandes en Chequia, ofrecerá a sus clientes diez tratamientos con terapeutas privados. Se trata de un grupo de 245 expertos que han sido seleccionados por la empresa. Cuentan con más de cinco años de experiencia y se encuentran dispersados por todo el territorio checo, de modo que ninguna región quede desfavorecida, según confirmó el presidente de VZP, Ivan Duškov.
El impacto de la pandemia del coronavirus en la población lo confirman los psicólogos en base a sus observaciones y datos proporcionados por diferentes líneas de atención de crisis. Además de trastornos psicológicos, ha aumentado el riesgo de depresiones y suicidios.
No obstante, la pandemia ha tenido también efectos más fáciles de identificar, algunos los describió en entrevista a la Televisión Checa el psicólogo y psicoterapeuta Daniel Štrobl.
“La sensación primaria es la frustración. Cuando uno no puede satisfacer sus necesidades durante un periodo prolongado de tiempo, por ejemplo, se siente frustrado. Y las reacciones a esta frustración son con mayor frecuencia el enojo, la irritación, cambios de ánimo, trastornos del sueño o cambios en los hábitos alimenticios y otros efectos”.
Al programa de la Compañía General de Seguros de Salud se pueden inscribir todos los que sientan que su salud mental ha deteriorado durante la pandemia del coronavirus. La iniciativa continuará, de momento, hasta marzo del próximo año, y la aseguradora le dedicará casi 1,7 millones de euros. El Ministerio de Salud y el Instituto Nacional de Salud Mental están negociando la participación de compañías de seguros médicos adicionales.