La República Checa no se siente respaldada por la Unión Europea

La Unión Europea no muestra suficiente apoyo a la República Checa tras la decisión de Canadá de imponer visados para sus ciudadanos. El ministro del Interior, Martin Pecina, no ocultó su decepción después de la reunión mantenida con sus homólogos comunitarios en Bruselas.

La República Checa no se siente lo suficientemente respaldada por la Unión Europea en su lucha por la eliminación de los visados impuestos por Canadá unilateralmente en julio del año pasado.

El ministro del Interior, Martin Pecina, manifestó su decepción tras el fracaso de las negociaciones mantenidas en Bruselas con sus homólogos de los Veintisiete.

„Las manifestaciones de solidaridad me las imagino de una manera muy diferente. Me decepcionó mucho el hecho de que ninguno de los viejos miembros nos expresara su apoyo. Si realmente somos una unión de veintisiete países deberíamos expresar la solidaridad en conjunto y no por un lado los viejos y por otro los nuevos miembros de la Unión Europea”, indicó el ministro.

De acuerdo con Pecina, los únicos que respaldaron a Praga fueron cuatro nuevos miembros, Hungría, Eslovaquia, Bulgaria y Rumanía, más España país que actualmente preside la Unión Europea, lo que no es suficiente para que la Comisión Europea ejerza una firme presión sobre el gobierno de Ottawa.

En julio del año pasado Canadá anunció de manera unilateral que imponía la obligación de visados para todos los checos que desearan visitar el país. Según las autoridades canadienses la medida respondió a la ola de solicitudes de asilo protagonizada por miles de checos, en su mayoría de la etnia gitana, que huían del país argumentando persecución y discriminación racial.

Foto: Archivo de Radio Praga
Si bien la Unión Europea había anunciado que presionaría a Canadá para que eliminara las visas para los checos y no descartó la posibilidad de recomendar a los países comunitarios que, siguiendo el ejemplo de Chequia, impusiera visados para los diplomáticos canadienses. Pero no pasó nada.

A pesar de que funcionarios de alto rango de la Comisión Europea aseguran que se está trabajando para pulir las asperezas surgidas entre Praga y Ottawa, el ministro Pecina insistió en que no le han convencido y que continuará presionando para lograr un compromiso concreto por parte de Bruselas.

Entretanto, la agencia de prensa ČTK informó que problemas similares podrían afectar a corto plazo a Budapest, ya que Canadá no descarta la posibilidad de reanudar la obligación de visados para los húngaros.