La República Checa abre sus puertas a los extranjeros
A los extranjeros jóvenes con formación profesional se les facilitará obtener residencia permanente en la República Checa. El gobierno checo aprobó un proyecto que reducirá de diez a tres años el período de prueba, durante el cual los extranjeros tienen que demostrar sus capacidades profesionales y su integridad moral y civil para poder solicitar el permiso.
Detrás de estos cambios en la política de inmigración se oculta el esfuerzo del Gobierno por solucionar la desfavorable situación demográfica de la República Checa. El envejecimiento de la población en edad productiva resulta una carga para el sistema de rentas, existiendo la amenaza de que en el año 2030 faltará en el mercado laboral casi medio millón de trabajadores. Basándose en la política de inmigración aplicada en la provincia canadiense de Quebec, el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales checo elaboró un sistema de puntuación según el cual serán escogidos los mejores candidatos al permiso de residencia permanente.
Los criterios que se evalúan son formación profesional, experiencias laborales, conocimientos del idioma y del país, profesión, familia, distancia de su domicilio al lugar de trabajo. En cuanto a la edad, se dará preferencia a jóvenes de entre 23 y 30 años.
El número exacto de los solicitantes que recibirán el permiso será establecido cada año por una comisión especial. El año pasado, por ejemplo, fueron otorgados 43 mil permisos de trabajo, de ellos 33 mil corresponden a profesiones obreras.