La RCh contra la liberalización del mercado energético
La República Checa critica el proyecto de la Unión Europea de liberalizar el mercado energético. También rechaza el plan que propone aumentar el uso de las fuentes de energía renovables en el consumo.
El ministro de Industria y Comercio checo, Martin Ríman, participará este jueves en Bruselas en la reunión de los jefes de los sectores económicos de la Unión Europea. En el encuentro se iniciará el debate sobre cómo reducir la dependencia de Europa en la importación de energía desde terceros países y cómo aprovechar más las energías renovables.
La Comisión Europea prevé liberalizar los mercados nacionales para que los países con excedentes de energía puedan exportarla sin limitaciones. Ello supondría, entre otros, establecer una conexión transfronteriza entre los países comunitarios y separar a los suministradores de energía de los propietarios de los sistemas de transmisión. Ríman calificó este plan como "una locura". La República Checa comparte la postura de Francia y Alemania que temen que el fraccionamiento del mercado abra paso a grandes monopolios como la compañía rusa Gazprom.
El ministro Ríman tampoco está de acuerdo con que los países comunitarios se comprometan para 2020 aumentar al 20 por ciento el uso de las fuentes de energía renovables en el mercado energético. Ríman lo considera imposible.
El ministro de Industria y Comercio señala que es posible aumentar la producción de las centrales hidráulicas checas como máximo en un 20 por ciento. Por su parte, el potencial de las tierras y los bosques para la producción de la biomasa cubriría apenas una quinta parte del consumo total de las fuentes primarias. Ríman está convencido de que las principales fuentes energéticas de la República Checa seguirán siendo el carbón, el lignito y la energía nuclear.
En la actualidad, la República Checa es el mayor exportador de electricidad per cápita de la Unión Europea y el sexto en el mundo. Sin embargo, los expertos estiman que entre los años 2009 y 2012 el consumo de electricidad en la República Checa igualará a su producción, por lo que tendrá la necesidad de importarla.