La Policía checa detuvo a cerca de 30.000 migrantes ilegales
La Policía de la República Checa informó que el año pasado detuvo a unas 30.000 personas que habían ingresado ilegalmente al país. Se trató de un aumento de casi un 50% en comparación con el año anterior.
La mayoría de las personas que detuvo el año pasado la Policía de Extranjería, por ingresar de manera ilegal al territorio checo, provenían de Siria y habían escogido Chequia como país de tránsito.
En un informe presentado por el director de la Policía de Extranjería, Milan Majer, y el jefe de la Policía checa, Martin Vondrášek, se constata que en comparación con 2021, el año pasado registró un incremento de casi un 50% de migrantes ilegales.
A pesar del disgusto inicial de Bratislava, el Gobierno checo introdujo de manera unilateral controles en la frontera checo-eslovaca para frenar el creciente flujo migratorio. Resulta que a los eslovacos no les había gustado la idea debido a que la interpretaban como una limitación al acuerdo de libre movimiento que rige entre los países miembros del espacio Schengen.
El jefe de la Policía checa, Martin Vondrášek, dijo a la Radio Checa, que Chequia es uno de los países de tránsito para los ciudadanos sirios que, gracias a algún tipo de protección temporal, otorgado en la mayoría de los casos por Turquía, se dirigen a los estados de Europa Occidental.
De acuerdo con Vondrášek los controles en la zona fronteriza con Eslovaquia han funcionado y este año las detenciones se han reducido a decenas de personas por día. La migración ilegal ha bajado también en los países de la región, pero no ha cesado del todo, insistió el jefe policial.
“Tenemos centenares en Eslovaquia, unas 1600 personas son retenidas por semana en Austria y en Hungría alrededor de 3000. Debemos reconocer que es una disminución notable, pero tenemos que estar atentos, porque el flujo migratorio persiste”.
El año pasado, las autoridades checas detuvieron a unos 300 traficantes de personas mientras que el año anterior se trató de 52 contrabandistas. La Policía de Extranjería informó que la nueva tendencia es transportar migrantes ilegales en vagones cisterna de ferrocarril. A finales del año pasado, las patrullas fronterizas eslovacas habían detenido a unos 9500 migrantes, 140 traficantes y controlaron a 2,5 millones de personas.
Los traficantes de personas detenidos fueron acusados de organizar y facilitar el paso ilegal de las fronteras estatales o de ayudar e incitar a la permanencia no autorizada de personas en el territorio de la República Checa. Los tribunales dictaron sentencias que oscilaron entre dos y cinco años de prisión.