"La ondina" es la mejor obra de Antonín Dvorák"
Conciertos de música sinfónica, oratoria, operística y de cámara ofrece la 12 edición del festival de música clásica "Nelahozeves de Dvorák". La serie de conciertos está dedicada principalmente a la obra de este compositor checo, oriundo de la ciudad de Nelahozeves, Bohemia Central.
Este año una gran parte de las presentaciones está dedicada a las composiciones para piano. Y ello no sólo de Antonín Dvorák, dijo el director del festival, Milan Svoboda.
"Entre los solistas figura el pianista ruso Maxim Averkiev, especializado en la obra del compositor ruso Serguey Rachmaninov. Participan en el evento también las pianistas Alexandra Silocea, de Rumania, y Slávka Pechotová, de la República Checa".
Además de los grandes de la música clásica como Beethoven, Vivaldi o Janácek, el festival quiere ofrecer también un espacio a los autores nuevos. El público tiene la oportunidad de disfrutar este año de las composiciones "Stabat Mater" y "Misa" del compositor checo Petr Hanzlík.
La mayoría de los conciertos tienen lugar en el castillo de Nelahozeves, así como en la ciudad de Zlonice, cerca de Praga, donde Antonín Dvorák comenzó a recibir sus primeras clases de música del maestro de la escuela local, Antonín Leihmann. Algunos conciertos se efectúan también en Praga.
El director del festival, Milan Svoboda, afirmó que la idea de fundar el festival dedicado a Dvorák se le había ocurrido en 1993, cuando trabajaba en el palacio de Nelahozeves.
"Desde las ventanas del castillo estuve observando diariamente la casa natal de Dvorák. Así, un día, se me ocurrió la idea de fundar en la región un festival dedicado a la obra de este compositor checo. Afortunadamente, logré concretar la idea y así surgió este evento en que anualmente se reúnen los amantes del legado musical de Dvorák provenientes de la República Checa y del resto del mundo".
Milan Svoboda es un conocedor y admirador de la música de Antonín Dvorák.
"Estoy en contacto regular con su obra desde hace muchos años y debo afirmar que cuanto más la escucho, tanto más me gusta. Resulta que cuando uno se pone a escuchar alguna composición varias veces, siempre descubre en ella algo nuevo. Puede tratarse, por ejemplo, de un corto fragmento que de repente se graba en la memoria por su encantadora y bella melodía".
La ópera "La ondina", es considerada por el director del festival, Milan Svoboda, como la mejor obra de Antonín Dvorák.
"Se trata de una de las composiciones más famosas y populares de Dvorák. Es una ópera sumamente lírica y poética que abre ante el espectador un mundo mágico, habitado por ninfas, hechiceras y genios de las aguas. Esta obra es considerada con justa razón como una síntesis de la maestría y la invención melódica del autor".
El festival "Nelahozeves de Dvorák" culminará en octubre con un concierto en Praga, dedicado a la música sacra checa.