La mitad de los checos apoyan que las mascarillas se sigan usando en el futuro
En Chequia, las mascarillas ya no son obligatorias en todas partes a partir de este lunes. Sin embargo, un gran número de ciudadanos apoyan su uso de cara al futuro.
Ya no es obligatorio llevar mascarilla en la República Checa a partir de este lunes, una medida que el Gobierno implantó el pasado 19 de marzo para frenar la expansión del coronavirus. Sin embargo, todavía será necesario utilizarlas en ciertas situaciones: en el transporte público, en el interior de edificios y al aire libre cuando no sea posible mantener una distancia de dos metros.
Esta novedad llega junto a una nueva fase de levantamiento de restricciones que comienza este 25 de mayo, cuando ya es posible entrar, por ejemplo, al interior de restaurantes y cafeterías. En Chequia, en general, la epidemia está controlada y eso se nota tanto en las decisiones del Gobierno como en el día a día de la gente.No obstante, algunas regiones todavía tienen problemas. Es el caso de Karviná, en la región de Moravia-Silesia, que se ha visto sacudida con un gran aumento de los infectados a partir de unos contagios en una mina.
Pero como señaló a la Televisión Checa el ministro de Salud, Adam Vojtěch, estos casos requieren medidas locales, y no se plantea que regiones que se están recuperando tengan que volver atrás en la desescalada.
“Ya no queremos tomar medidas a nivel nacional, sino solucionar la situación de forma local. Si en una región hay un problema y en el resto de la República no, no vemos motivos para imponer restricciones nacionales”.
El plan del Ministerio de Salud es que el uso de mascarillas deje de ser obligatorio en todas partes a finales de junio, aunque ello dependerá de la evolución de la epidemia y podría variar entre regiones.A pesar de que la situación general es buena, los checos no se olvidan del virus con facilidad y todavía hay temor a un posible contagio. Esto es lo que se desprende de un estudio de la agencia Median para la Radio Checa, que apunta que el 52 % de los encuestados quiere seguir usando mascarilla en ciertos lugares incluso cuando ya no sea obligatorio.
Entre las situaciones más mencionadas se encuentran visitas al médico, a residencias de ancianos o el uso del transporte público. Por ejemplo, el 42 % dijo que sería adecuado seguir utilizándolas en espacios interiores en general, indica el director de la agencia Median, Přemysl Čech.
“Me parece un número bastante importante que un 42 % quiera seguir llevando mascarilla en espacios cerrados. Cuando todos vuelvan a la oficina y no haya restricciones, será un aspecto muy importante que la gente se siga protegiendo”.
Pero el mismo estudio reveló un dato que sorprendió a los especialistas de la agencia Median. A la pregunta de si se vacunarían contra la enfermedad COVID-19 cuando exista una vacuna para ello, solo el 49 % respondió afirmativamente.
Přemysl Čech cree que puede deberse a que es algo nuevo y la gente tendría miedo a los efectos secundarios, aunque él personalmente piensa que el Estado checo no aprobaría una vacuna que no fuera segura.“El sistema sanitario no va a permitir que se use de forma masiva algo que no se haya probado antes. En los últimos años ha crecido el porcentaje de antivacunas, y quizás esta cifra refleje también la inseguridad respecto a cómo se está desarrollando la vacuna y que no se haya probado mucho. Esto puede crear miedo en la gente”.
El estudio de la agencia Median refleja que el 43 % de los encuestados no se vacunaría contra el coronavirus si hubiera una vacuna disponible, mientras que un 8 % tiene dudas. Más hombres que mujeres se mostraron dispuestos a vacunarse en general. Asimismo, los partidarios de la vacuna llegaron casi al 60 % en Praga y en Bohemia Central.