La liga de fútbol sigue bajo la sombra de sospechas de corrupción
La sombra de la corrupción sigue cerniéndose sobre la liga checa de fútbol. El Pilsen sigue haciendo frente a acusaciones de manipular los partidos, aunque en la octava jornada disputada el domingo, fueron los cerveceros que se quejaron del árbitro.
El dueño del Sparta, Daniel Křetínský, entregó el pasado martes al jefe de la Asociación Checa de Fútbol, Miroslav Pelta, un maletín con supuestas pruebas sobre una amplia corrupción que afecta la primera división checa, según resaltó.
“La situación es muy grave. No se trata de este partido concreto, sino de una corrupción sistemática. Disponemos de información preocupante acerca de la manera de arbitrar los partidos de la liga a nivel general”, destacó.
El Pilsen rechaza tajantemente toda acusación. Este domingo, el partido entre los cerveceros y el Teplice fue seguido con mucha atención tanto por la hinchada, como por la Policía anticorrupción que investiga el caso.Esta vez se quejó el Pilsen, ya que tuvo que jugar durante casi todo el partido con diez hombres, después de que el árbitro expulsara en el minuto 14 al zaguero Čišovský. Los cerveceros después no salieron del empate a uno ante un equipo que se encuentra cerca de la zona de descenso.
El Pilsen por el momento sigue a la cabeza de la clasificación, sin embargo, el Sparta, con un partido menos, podría adelantarse a su rival en caso de derrotar este lunes en casa al Olomouc que ocupa la quinta posición.