La Ley de Alimentos registra los mayores cambios en los últimos 15 años

Foto: Comisión Europea

El Gobierno checo ha aprobado una enmienda a la Ley de Alimentos. Los especialistas califican el borrador elaborado por el Ministerio de Agricultura como revolucionario, debido a que implica los mayores cambios en el derecho alimentario en los últimos 15 años.

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Una mayor protección de la salud de los consumidores. Este es el principal objetivo del nuevo proyecto gubernamental de la enmienda a la Ley de Alimentos. El borrador aumenta por ejemplo de 110.000 euros a 364.000 euros las multas máximas por engañar al consumidor o vender alimentos pasados y endurece las reglas para marcar los alimentos tanto en envases como sueltos. Los grandes comerciantes tendrán la obligación de señalar el origen de los productos alimentarios que venden, recalcó el ministro de Agricultura saliente, Miroslav Toman.

”En el embalaje de los alimentos vendidos en el mercado interno deberán aparecer obligatoriamente datos fácilmente legibles sobre el fabricante del producto y sobre su país de origen. Además, regirá la obligación de mencionar en el envoltorio asimismo el principal componente alimentario del producto y su contenido en general”.

Miroslav Toman
La enmienda centra su atención asimismo en el consumo de la carne de caza. El control de la venta y el consumo en restaurantes de este tipo de carne lo asumirá plenamente la administración veterinaria. Anualmente los veterinarios deberían someter a control unos 7.000 restaurantes, indica Josef Duben, portavoz de la Administración Veterinaria Estatal.

”Algunos restaurantes ofrecen a sus clientes hasta el presente platos de carne de caza, sin que ésta sea sometida previamente a un control por parte de veterinarios. Este procedimiento de los propietarios de restaurantes es irresponsable, ya que pone en peligro la salud de los consumidores que podrían enfermarse de triquinosis. Se trata de una enfermedad que puede ser adquirida justamente por el consumo de productos derivados del jabalí”.

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Hasta el presente, los controles veterinarios de la calidad de la carne de caza se hacían esporádicamente, además que existía también la venta ilegal de esa carne que, naturalmente, no pasaba por control veterinario. Se calcula que entre 2009 y 2011 los veterinarios controlaron sólo alrededor de una tercera parte de la carne de caza consumida en el país.

La enmienda a la Ley de Alimentos impone igualmente la obligación de las grandes redes comerciales de informar en la entrada del establecimiento sobre los cinco principales países que le suministran los productos.