La inseminación traumática de la ‘Harpactea sadistica’

Harpactea sadistica, foto: www.ct24.cz

La ‘Harpactea sadistica’, araña descubierta en Israel y descrita por primera vez por el entomólogo checo Milan Řezáč, se distingue del resto de arácnidos conocidos por sus violentos hábitos reproductivos.

El científico Milan Řezáč se encontraba en 2008 haciendo investigaciones en la región occidental del río Jordán en Israel, cuando una araña llamó su atención.

“La terminación del órgano sexual del macho es como la aguja de una jeringa y la hembra tenía los suyos atrofiados. ¿Cómo podían reproducirse entonces? Los observé y me di cuenta de que la copulación era brutal: el macho agujerea el abdomen de la hembra”.

La araña en cuestión mide tres milímetros y su órgano sexual de aguja, uno. Milan Řezáč bautizó a esta araña como ‘sadistica’ haciendo referencia a la violencia instintiva que despliega el macho. Cuando Řezáč vio por vez primera la copulación, pensó que se trataba de una pelea. Sin embargo más tarde pudo comprobar que el macho incluso actúa con cuidado.

“En cualquier caso, el macho intenta no dañar en exceso a la hembra ya que será la portadora de su descendencia”.

Las hembras de la familia de las ‘Harpacteas’ tienen una cavidad conocida como espermateca donde acumula el esperma de todos los machos con los que copula. En la práctica, el que consigue depositar sus células el último antes de la ovulación de la hembra, es el que logra fertilizar los óvulos. La ‘Harpactea sadistica’, con su método conocido como “inseminación traumática” consigue una alta efectividad, evitando cualquier competencia, como explica el científico Řezáč.

“Estas arañas, las ‘Harpacteas’, son muy promiscuas. La ‘Harpactea sadistica’, al introducir el esperma en los ovarios, directamente fecunda los óvulos. Con esta estrategia se asegura la descendencia y la inmortalidad de la especie”.

Con roces y caricias el macho seduce a la hembra a la que posteriormente envuelve hasta colocar sus órganos sexuales en la posición idónea para agujerear su abdomen. Los órganos sexuales originales de la hembra están encogidos y atrofiados ya que no tienen ninguna función. Los investigadores piensan que la evolución podría incluso dotar algún día a las hembras de nuevos órganos sexuales más cerca de los óvulos, prescindiendo de la espermateca. El método de la ‘inseminación traumática’ se conocía en algunos chinches y otros tipos de insectos de la familia de los heterópteros, sobre todo, pero hasta ahora no se había observado en arañas.

Milan Řezáč, que trabaja en el Instituto para la Investigación Agrónoma de Praga, ya había descubierto con anterioridad en el sur de Moravia una de las arañas más coloridas y venenosas de Europa Central, la Eresus moravicus. Su picadura, que el mismo Řezáč sufrió, provoca fiebre durante varias horas y dolor de cabeza. Sin embargo, el investigador parece no guardarles rencor.

“Son unas arañas muy bonitas, y ahora están en su época de reproducción. Así que es más fácil encontrarlas durante estos meses, en mayo y junio, en búsqueda de pareja. Hay que andarse con cuidado con ellas, pero tampoco es que sean tan, tan peligrosas. Casi todas las arañas son venenosas, pero por lo general, la cantidad de veneno que tienen les vale para sus presas. No son una amenaza para las personas”.

Después de estos dos descubrimientos ¿cuántas especies más encontrará Milan Řezáč?

“La zoología es casi como la filatelia en lo de buscar nuevas especies. Pero lo más interesante es encontrar ejemplares vivos y ver como se comportan, no observar solamente su aspecto. Cuando se encuentra una nueva especie es por casualidad. No es que yo las vaya buscando sistemáticamente”.

En el mundo hay cerca de 40.000 especies de arañas registradas en 109 familias.