La industria armamentística no encuentra mano de obra

Las empresas armamentísticas checas buscan alternativas para hacer frente al gran aumento de la demanda, provocada por el conflicto ucraniano.

La industria armamentística viene experimentando en los últimos tiempos un auge casi sin precedentes. La Guerra de Ucrania ha supuesto un aumento del gasto militar que, en clave checa, ha llevado a las empresas a tratar de aumentar su producción lo máximo posible. Con todo, cuentan con un gran problema: la falta de personal.

“Necesitamos crecer, pero no tenemos dónde contratar nuevos empleados. El envejecimiento de la población también es un problema. También nos faltan investigadores y desarrolladores", señala, Jiří Hynek, presidente de la Asociación de la Industria de Defensa y Seguridad de la República Checa.

Jiří Hynek | Foto: Luboš Vedral,  Český rozhlas

Según este, de disponer de la mano de obra y materiales necesarios, las empresas checas podrían aumentar su producción hasta en un 20%.

En esta línea, el fabricante checo STV Group también ha desarrollado varias estrategias para solventar la falta de mano de obra. Por ejemplo, la compañía acordó con la ciudad de Polička, en la región de Pardubice, la construcción de apartamentos para alojar a nuevos empleados de alta y media gerencia. Además, ha comenzado a contactar con antiguos trabajadores de operaciones de la era soviética para compartir sus conocimientos y experiencia con los profesionales actuales.

"El intercambio informal de ideas y experiencias tiene efectos excelentes e inmediatos en la eficiencia de los procesos de producción", dijo David Hac, presidente de la junta directiva de la compañía.

Otro buen ejemplo es el de Explosia. La fabricante checa de explosivos emplea a unos 600 trabajadores y obtuvo unas ventas récord el pasado curso, con 49 millones de euros. Ahora, la empresa está tratando de ampliar la cooperación con las universidades checas y acelerando los procesos de automatización para compensar lo máximo posible la falta de personal.

Según cifras oficiales, el gobierno checo envió suministros militares por valor de unos 1600 millones de euros a Ucrania en los primeros 12 meses, los cuales incluían 89 tanques, 226 vehículos blindados o 38 obuses.