La Habana lanza una contraofensiva en reacción a la resolución sobre la violación de los DD. HH. en Cuba
Mientras que la República Checa presenta en Ginebra, ante la Comisión de los Derechos Humanos de la ONU, un borrador de resolución sobre la violación de dichos derechos en Cuba, el régimen castrista lanza una contraofensiva. Su objetivo es desacreditar a Ivan Pilip y Jan Bubeník, dos ciudadanos checos, encarcelados en enero pasado en la Isla.
La campana propagandística desatada por la dictadura castrista intenta hacer creer al público que los dos checos traicionaron a los disidentes cubanos al entregar a la Policía Política pormenores de su estadía en la Isla y datos sobre los opositores al régimen. Esto lo dijo ayer martes Fidel Castro en el marco de la 105 sesión de la Unión Interparlamentaria efectuada en La Habana.
Ese mismo día el encargado de negocios de Cuba en la República Checa, David Paulovich, convocó en Praga una rueda de prensa, en la que presentó un vídeo con la grabación del programa transmitido a finales del mes pasado por la Televisión estatal cubana.
En el vídeo aparecen Ivan Pilip y Jan Bubeník durante el encuentro con los diplomáticos acreditados en La Habana tras su puesta en libertad el seis de febrero, así como periodistas cubanos que en una mesa redonda coincidieron en que los dos checos "utilizaron métodos que suelen ser usados por el espionaje para incentivar las actividades subversivas".
Según el oficialismo cubano, los dos checos proporcionaron sin coacción a la Policía detalles de su estadía en la Isla y la clave secreta necesaria para entrar en la base de datos de disidentes contenida en la agenda electrónica que Pilip y Bubeník llevaban consigo.
Ivan Pilip subrayó al respecto que la agenda no contenía ninguna información secreta que supusiera una amenaza para los disidentes cubanos; en la agenda fueron registrados tan sólo nombres y direcciones de los opositores al régimen, publicados también en Internet y conocidos por la Policía Política.