La construcción de plantas purificadoras de agua está amenazada
Los proyectos para la modernización y construcción de nuevas plantas purificadoras de agua en Chequia están amenazados por falta de recursos financieros. Praga confiaba en la ayuda de Bruselas, pero la Comisión Europea no quiere conceder subvenciones para proyectos de instalaciones que serán administradas por empresas privadas.
Decenas de pueblos y ciudades en la República Checa, incluida la capital Praga, necesitan urgentemente plantas purificadoras de agua nuevas o modernizar las viejas, para mejorar la calidad de las aguas residuales.
Algunos municipios han puesto en marcha esos proyectos, en vista de que la Comisión Europea había prometido conceder para este fin ayudas por más de 400 millones de euros. No obstante, Bruselas rechaza ahora subvencionar obras que aporten ganancias a empresas privadas. El problema es que muchas municipalidades, como propietarios de las purificadoras de agua, suscribieron contratos con empresas privadas para su posterior administración, según explicó el primer ministro Petr Nečas.
”Llevamos a cabo negociaciones intensivas con Bruselas, para aclarar algunos datos que a lo mejor, han sido mal interpretados. Además, unos 240 millones de euros de la subvención comunitaria serían utilizados para la construcción de una nueva planta purificadora de agua en Praga, obra que es muy necesaria. El tema es bastante complejo y el ministro del Medio Ambiente, Tomáš Chalupa, confía que logrará hallar una solución adecuada con la Comisión Europea”.Unos 45 proyectos para el tratamiento de aguas residuales no cumplen las normas de Bruselas para la concesión de las subvenciones. Sin embargo, Chequia se había comprometido a solucionar el problema de las aguas residuales al ingresar en la Unión Europea. Por este motivo, las municipalidades se verán obligadas a realizar los proyectos por su propia cuenta, lo que llevará al aumento del precio del agua, indicó František Barák, presidente de la Unión de Acueductos y Alcantarillado de la República Checa.
”En caso de que las plantas de tratamiento de aguas residuales en algunas ciudades y pueblos no fueran financiadas de los fondos comunitarios, su modernización deberían pagarla las municipalidades y sus administradores. Y la única manera para conseguir los recursos indispensables es incrementar el precio del agua a las empresas y los hogares. En algunos lugares el precio del agua podría subir así en un 30% y mantenerse a ese nivel varios años, para cubrir esos gastos”.
Bruselas asegura que no privará a Chequia de la subvención de más de 400 millones de euros para proyectos medioambientales. No obstante, estos recursos deberán ser utilizados para otros fines vinculados al tema del medio ambiente, en caso de que no se resuelvan los problemas en torno a los planes de las plantas purificadoras de agua.