La columna mariana checa más alta se alza sobre Olomouc
Una de las columnas marianas checas más importantes se encuentra en la ciudad de Olomouc, en Moravia Central. El monumento de estilo barroco, inscrito en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, figura entre las joyas arquitectónicas del país tanto gracias a su enorme tamaño como a sus singulares características acústicas. Éstas permitían a los curas predicar desde dentro de la columna posibilitando que su voz se escuchara en toda la Plaza Mayor (Horní náměstí), donde está ubicada la columna consagrada a la Santísima Trinidad.
Las columnas de la peste se pusieron de moda en el siglo XVII
Las columnas marianas comenzaron a levantarse en Europa desde principios del siglo XVII a modo de agradecimiento por el fin de una epidemia de la peste.
El primer monumento de este tipo, la Columna de Santa María la Mayor, surgió en Roma en 1614.Mientras que la Columna de la Santísima Trinidad de Olomouc fue terminada unos 140 años más tarde.
Aunque las obras comenzaron mucho antes, en 1716, cuando terminó la epidemia de la peste que azotó dicha zona durante dos años.
El autor de la columna fue Václav Render. El arquitecto y cantero se encargó, además, de la financiación de la construcción por ambiciones personales.
“El coste total ascendió a unos 11.000 florines de la época. Se trató de una elevada suma que valía para llevar a cabo, por ejemplo, la construcción de varios palacios que rodean hoy la plaza. Tanto dinero se gastó en la creación de esta obra surgida gracias a la ambición personal del arquitecto Render, que quería construir la columna más ostentosa en toda Europa Central. Y lo logró”, indicó el guía Roman Smutný.
El autor falleció antes de ver la columna completa
La Columna de la Santísima Trinidad de Olomouc fue inaugurada el 9 de septiembre de 1754 en una gala solemne.
“Fue un acto espléndido, al que asistió la emperatriz María Teresa I de Austria, acompañada de su marido Francisco III de Lorena y el cardenal Troyer. Fue un acontecimiento de gran alcance tanto para la ciudad de Olomouc, como para todo el Reino de Bohemia, ya que la emperatriz no solía ir con frecuencia a las ciudades moravas. El hecho de que acudiera a la consagración de la columna pone en evidencia que la obra fue muy apreciada ya en la época cuando surgió”, dijo Smutný.Sin embargo, el autor y mecenas de la columna Václav Render no pudo asistir a la inauguración de la escultura, ya que falleció en 1733.
“En aquel entonces la columna llegaba apenas a la altura de un primer piso. De terminar la obra se encargaron luego sus asistentes Jan Ignác, Filip Sattler y Ondřej Zahner. Los tres son autores de numerosas fuentes barrocas, surgidas en aquella época en Olomouc. Ellos llevaron a cabo la idea principal de Václav Render, que se habría alegrado de haberla visto hecha realidad, pero por desgracia murió antes de ver la obra completa”, agregó.
Cuatro años después de la consagración de la Columna de la Santísima Trinidad la ciudad de Olomouc fue sitiada por las tropas prusianas.Durante el asedio, la columna fue alcanzada por cuatro bolas de cañón. Los indignados habitantes de la ciudad morava fueron a pedirle al general prusiano James Keith que sus soldados no tirasen contra el monumento.
El devoto oficial se lo prometió y cumplió su promesa. Una vez terminada la guerra, la columna fue reparada y hoy día conmemora el asedio una bola de cañón dorada situada en la escultura.
La voz de la capilla se escuchaba en la plaza
Dentro de la Columna de la Santísima Trinidad de Olomouc se encuentra una pequeña capilla en la que se celebraban misas anteriormente.
Gracias a las singulares características acústicas del monumento, las misas eran muy peculiares, ya que el predicador se encontraba dentro de la capilla, mientras que los creyentes se agrupaban en los alrededores de la obra y escuchaban su discurso en la plaza al aire libre.
Una capilla situada dentro de una columna es algo único en las tierras checas y moravas.
“En Chequia no existe otra columna con una capilla situada en su interior. La capilla de aquí tiene una forma circular. El cura estaba adentro, pero su voz se escuchaba afuera en la plaza, donde resonaba perfectamente, gracias a la excelente acústica de la obra de piedra. Para aquella época se trataba de una idea técnica bastante interesante”, destacó Roman Smutný.Sin embargo, hoy día ya no es posible aprovechar dicha característica debido a las nuevas disposiciones arquitectónicas de la obra.
“Yo personalmente ya no pude probarlo, porque adentro fueron instalados nuevos paneles de cristal. Antes del acristalamiento era posible llevar a cabo las predicaciones adentro, pero hoy es imposible. De todas formas, el lugar se puede visitar durante la temporada turística, siempre que esté allí presente un guía”, mencionó.
La más grande columna checa de la peste
La Columna de la Santísima Trinidad de Olomouc tiene una anchura de 16,5 metros y una altura de 32,2 m, lo que la convierte en la escultura de este tipo más alta en el territorio checo.
“De verdad, se trata de la columna más pomposa de este género. Arriba hay dos esculturas doradas de cobre que representan a la Santísima Trinidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Además está el Arcángel Miguel con su espada de fuego luchando contra los herejes. En la columna hay también una visualización de la Ascensión de la Virgen María, llevada al cielo por dos angelitos. De hecho se trata de un límite entre lo terrestre y lo celestial”, afirmó Smutný.
En la columna se encuentran tanto los santos como varios personajes relacionados con la historia checa.“Están San Venceslao y San Adalberto de Praga. Además Juan Sarkander, el sacerdote y santo polaco, torturado a muerte en Olomouc, que cuenta en esta ciudad con una capilla consagrada a su nombre. Además están los padres de la Virgen María, San Joaquín y Santa Ana, su marido San José, y Juan el Bautista. También vemos ahí a San Luis Gonzaga, patrono de los estudiantes, porque Olomouc en los tiempos de la construcción de la columna ya era un importante centro universitario”, alegó.
La columna cuenta con un total de 18 estatuas emplazadas en tres pisos, seis por cada uno. Además, hay 12 relieves de los doce Apóstoles y tres relieves que visualizan las tres virtudes cristianas: la Fe, la Esperanza y el Amor.