La ciudad histórica checa 2006 se llama Polná
La ciudad de Polná, situada en el linde checo-moravo, fue galardonada con el premio "La ciudad histórica checa 2006", otorgado a esta localidad por la mejor regeneración de la reservación monumental municipal. Polná vivió su auge durante la época del Renacimiento Nacional en el siglo XIX, por otro lado, en ese lugar se efectuó en las postrimerías del siglo XIX el asesinato de una costurera que provocó una ola de antisemitismo en el llamado caso "Hilsner".
El proyecto de regeneración de las zonas monumentales está amparado por el Ministerio de Cultura y tiene por objetivo apoyar materialmente la belleza de las ciudades checas. Este año pasaron a la final de la competición las ciudades de Cheb, Sternberk y Polná. Esta última finalmente ganó el concurso, obteniendo un premio que asciende a un millón de coronas, equivalentes a unos 33 mil euros.
La ciudad de Polná se clasificó a la final ya el año pasado pero en aquél entonces se quedó con las manos vacías, así que el alcalde Jindrich Skocdopole se regocijó de que esta vez su ciudad al final recibiera el premio."Es una apreciación del trabajo de varios años de todo nuestro equipo, que empezamos a realizar en 1990. Pero de todas formas aún nos queda pendiente llevar a cabo muchas reconstrucciones y reparaciones. El premio lo invertiremos en los monumentos y en el sector turístico de nuestra ciudad. Pero el hecho de que hemos ganado no se puede calcular con dinero. La victoria es muy prestigiosa tanto para la ciudad como para la región en general".
Polná es una ciudad pequeña y la mayoría de los checos ni siquiera saben dónde está situada, ni que la misma ofrece interesantes monumentos históricos, afirmó el alcalde Jindrich Skocdopole.
"La ciudad de Polná está situada a unos 15 kilómetros de la capital regional de La Meseta Checo-Morava y ofrece numerosos monumentos: Cuatro iglesias, el templo de la Asunción de la Virgen María y tres plazas. Una de las plazas es judía e incluye la sinagoga, por ejemplo, la casa del rabino y el cementerio judío. Además, un castillo y un palacio reconstruido en el 2004 se encuentran en esta localidad, y la ciudad está rodeada por una hermosa naturaleza".
Con esas palabras presentó el alcalde la ciudad que cuenta con unos cinco mil habitantes, resaltando que la alcaldía no quiere hacer de la ciudad un museo al aire libre histórico, sino que hace hincapié en que los monumentos sigan funcionando y utilizándose. En la ciudad se desempeñan 42 entidades cívicas, entre ellas, varias asociaciones que ayudan a mantener el casco histórico de la ciudad.
La ciudad de Polná tiene una larga historia. En el siglo XII existió en este lugar una aldea mercantil. Gracias a estar situada en el linde checo-moravo, dicha localidad se convirtió en un lugar importante desde el punto de vista mercantil y militar.
Numerosas familias aristocráticas destacadas vivían en su tiempo en Polná, la familia de Lipá, los Valdstejn y los Zejdlicové de Senfled, entre otros. Estos últimos dejaron en la ciudad a manera de tesoro, una colección de joyas.
El tesoro es de gran valor y actualmente está depositado en un banco, pero de vez en cuando la colección es exhibida, señaló el alcalde Jindrich Skocdopole.
"La colección incluye una joya única, la filigrana más antigua de todo el país. Se trata de una hebilla de plata. Además, la colección contiene joyas de oro valiosas, un brazal peregrino de plata con motivo del calvario y un collar con una pendiente en forma de pera. Todas estas joyas están adornadas con piedras preciosas, perlas y esmaltes".
Este año la colección de joyas será exhibida cuatro veces. Por ejemplo, con motivo del tricentenario de la fundación del templo de la Asunción de la Virgen María, la dominante de la ciudad, construida por la familia de Ditrichstein que contribuyó notablemente al desarrollo de la ciudad de Polná, según resaltó el secretario de la alcaldía local, Petr Novák.
"Poco después de que los Ditrichstein adquirieran las tierras adyacentes, el decano Capek convenció al dueño de aquél entonces que la iglesia de la Virgen María era demasiado pequeña. Así que compraron las casas adyacentes y derrumbaron la iglesia gótica, construyendo esta iglesia monumental".
Polná fue una ciudad importante asimismo durante la época del Renacimiento Nacional en el siglo XIX, siendo en aquél entonces la tercera ciudad más grande de la región de La Meseta Checo-Morava, en la que vivió la renombrada escritora checa Bozena Nemcová.
Por otro lado, una comunidad judía importante formó parte de Polná desde el siglo XVII. Por desgracia, en este lugar se inició el famoso caso "Hilsner", que provocó una ola de antisemitismo en las tierras checas.
En 1899, la joven costurera Anezka Hruzová fue asesinada en uno de los bosques locales. Entre la gente corrían rumores de que se trató de un asesinato ritual y el judío Leopold Hilsner fue sospechoso de cometer el crimen.
Los investigadores y jueces fueron intimidados por la ira antisemita que se apoderó de los ciudadanos y a pesar de que no existieran pruebas justificadas, Hilsner fue condenado a la pena capital.
Tomás Garrigue Masaryk, en aquél entonces profesor de la Universidad de Praga, que posteriormente pasó a ser el primer presidente checoslovaco, en vano defendía a Hilsner esforzándose por retener la agresión antisemita.
El caso del supuesto error de la justicia sigue atrayendo la atención de los historiadores y periodistas hasta la fecha. Por ejemplo, desde hace varios años, el profesor Petr Vasícek, de Viena, se esfuerza por rehabilitar póstumamente a Leopold Hilsner.