La belleza oculta en las alturas de Praga
A simple vista no es fácil darse cuenta, pero los tejados del centro histórico de Praga están llenos de estatuas con un nivel de detalle maravilloso. Su belleza es lo que ha intentado capturar el fotógrafo Amos Chapple, nacido en Nueva Zelanda pero afincado en Praga.
Los edificios históricos del centro de Praga tienen bellas figuras en sus tejados. Sin embargo, la altura hace difícil para el viandante apreciar los detalles. De hecho, gran parte de ellas pasan desapercibidas para quienes ya están acostumbrados a la ciudad.
Pero ahora podemos conocer más de cerca estas majestuosas estatuas gracias al trabajo del fotógrafo neozelandés Amos Chapple, quien reside en Praga desde hace cuatro años. Sus fotografías de la capital checa recorren las redes y en las últimas semanas algunas de ellas se han hecho virales.
En una entrevista para Radio Praga Internacional, Chapple contó algunos detalles interesantes sobre este proyecto que, en realidad, surgió gracias a la pandemia de coronavirus, ya que esto impidió al fotógrafo neozelandés realizar su trabajo habitual. Para él, esta ha sido una nueva forma de ver la ciudad.
“Es como una carta de amor a la ciudad. Llevo viviendo cuatro años aquí y mi mujer tres, y amamos ir de un sitio a otro por la ciudad. Pero es difícil fotografiarla de una forma nueva. Además, como soy fotógrafo de viajes, estoy mucho tiempo fuera del país. Así que cuando estoy aquí no tengo tanta energía para salir a hacer fotos. Pero ahora con el cierre de fronteras he tenido la oportunidad de explorar la ciudad y fotografiarla de otra manera”.
Tras publicar las fotos, sus redes sociales se llenaron de comentarios y la acogida fue espectacular. Lo interesante es que la interacción va en las dos direcciones. No es solo él quien ofrece algo al público, sino que gracias a los comentarios de la gente Amos Chapple pudo conocer detalles de Praga que desconocía.
“Una de las interacciones más interesantes que tuve fue al publicar una foto de una figura del puente Čech. Alguien comentó en Facebook que el Hotel Intercontinental, al fondo, es la zona donde Kafka vivía cuando estaba escribiendo “La metamorfosis”. Él miraba desde su ventana en un edificio que estaría donde ahora está el hotel, y vería también cuando el puente fue construido. Ese es quizás el comentario más genial que he recibido en mis imágenes. Y era lo que esperaba que pasaría, que podría aprender esas pequeñas historias de Praga”.
Algunas de las estatuas fueron más impresionantes que otras vistas de cerca, según explica Amos Chapple. La que más le impactó fue la de los bomberos en lo alto del Palacio Koruna, ya que desde la calle es difícil imaginarse que la obra está hecha con tanto detalle.
“Diría que las estatuas de bomberos en un edificio de la Plaza Venceslao. Anteriormente escribí que desde abajo no podían apreciarse los detalles de las llamas y el fuego tras los bomberos, pero ayer me di cuenta de que sí se puede. Lo que no se puede ver es el nivel de detalle. Quiero decir, eso se hizo para estar a 20 metros sobre la gente y aun así tiene un nivel de detalles que visto desde cerca es fascinante. El nivel de cuidado que hay en esas llamas, el humo, los rostros de los bomberos. Es precioso”.
El fotógrafo neozelandés destaca que la historia de Chequia y la de su país natal son muy diferentes. En su opinión, vivir en un país con una historia tan rica y que ha experimentado tantos acontecimientos en el siglo XX es muy inspirador.
“Creo que una de las razones por las que me encanta estar en la República Checa es que su historia nacional es muy inspiradora. Vengo de Nueva Zelanda, donde nuestra historia no es tan estimulante. Nuestra historia se trata más bien de negocios, donde los europeos van y le compran tierras a los maoríes, las dividen en trozos más pequeños y las vuelven a vender. Esa es la historia de nuestra fundación. Si lo comparas con las legiones checoslovacas, la lucha contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial, después la lucha contra los soviéticos, toda la historia checa es inspiradora”.
Por la mayoría de los sitios donde se encuentran estas estatuas, Chapple había caminado en numerosas ocasiones a lo largo de estos años. Sin embargo, muchas de las estatuas que ha fotografiado las conoció por primera vez recientemente. Otras, como la ya mencionada de los bomberos, le parecían mucho más sencillas desde lejos.
Es sorprendente el trabajo de esos artistas que realizaron obras con tal nivel de perfeccionismo, a pesar de que a veces sabían que pocas personas se fijarían en ellas. Amos Chapple cree que la clave es la pasión que sentían por su arte. El fotógrafo indica que, en cierta medida, siente lo mismo con sus fotos de Praga, que publicó por redes sociales para difundir la belleza de la capital checa, sin perseguir ningún objetivo económico.
“Supongo que es el amor que sienten por su ciudad, por su país y por su cultura, y que quieren ofrecer algo a cambio. Se puede ver que para muchas de estas personas no se trataba de un trabajo, sino de una obra de amor. Y para mí es lo mismo. No hago estas fotos para ganar dinero, que por cierto, no lo he ganado, las he publicado gratuitamente. Quiero representar Praga de forma que haga justicia a su belleza y a su historia”.
La buena acogida de estas fotografías ha hecho que Amos Chapple se plantee seguir ampliando su repertorio con series de estatuas que pasan desapercibidas en nuestro día a día. Reconoce que se ha planteado buscar estos tesoros artísticos por otras ciudades checas e incluso en otros países de Europa.
“Me encantaría. Es algo que puede expandirse hacia otros temas, como por ejemplo algo sobre Chequia o sobre una temática europea. También en países como Italia hay figuras a 100 metros de altura y nadie puede apreciar los detalles. Así que probablemente es algo que puedo expandir como un proyecto mayor, sin duda”.
Chapple declara que conoció Chequia y comenzó a enamorarse del país cuando leyó la novela “HHhH” (Himmlers Hirn heißt Heydrich), del autor francés Laurent Binet. Este libro, que habla sobre Reinhard Heydrich y las actividades de la resistencia checoslovaca durante la Segunda Guerra Mundial, introdujeron al fotógrafo neozelandés en la apasionante historia de este país.
Es por ello que publicar estos pequeños pedacitos de Praga le ayuda, al mismo tiempo, a seguir descubriendo la República Checa.
Pueden ver las fotografías de Amos Chapple aquí: https://www.facebook.com/680261930/posts/10157202700786931/?d=n