La asistencia del festival Colours of Ostrava rompió el récord
La duodécima edición del festival Colours of Ostrava se cerró este domingo con una cifra récord de visitantes. Más de 33.000 personas disfrutaron durante cuatro días de un rico programa cultural formado por más de 200 artistas.
En 13 escenarios instalados en el original ambiente de una antigua zona industrial en la ciudad de Ostrava, los artistas presentaron todo tipo de géneros musicales como rock, pop, jazz, ska, reagge o rap. Entre los intérpretes más esperados figuró el grupo islandés, Sigur Rós, que con su rock melódico despertó el entusiasmo de los espectadores.
El escenario hispanohablante fue representado, entre otros, por la cantante española, Amparo Sánchez y el grupo punk cubano Porno para Ricardo.Entre los 46 intérpretes checos, que actuaron en el festival, destacaron las cantantes Markéta Irglová y Aneta Langerová o los grupos como Tata Bojs, Pražský výběr y Plastic People of the Universe, que en los años 70 y 80 del siglo pasado fue el mayor protagonista del underground checo.
Esta edición del festival contó con varias novedades y mejoras respecto al año pasado, según informó la directora del festival, Zlata Holušová.“Hemos añadido otro escenario para los aficionados de las ramas vanguardistas de la música country, y también pusimos otro escenario donde pudieron actuar los mismos visitantes. Asimismo instalamos una pantalla gigante para transmitir conciertos de la escena Gong, cuya capacidad es solamente 1.500 asientos, y sin reserva previa no todos pudieron disfrutar de las actuaciones en directo”.
Uno de los cambios más apreciados por los visitantes fue la mejora del terreno dentro del recinto. La superficie pedregosa que en los años pasados complicaba la marcha a los visitantes fue sustituida por fragmentos de asfalto apisonados, mucho más agradables para caminar en un extenso recinto en el que la distancia desde la entrada hasta el escenario más lejano es de un kilómetro. Asimismo, este año aumentó el número de puestos con cerveza, lugares para descansar y sanitarios, con lo que se evitaron colas.Sin embargo, una cola de casi una hora y media surgió ya el primer día de la fiesta, ya que muchos visitantes llegaron a última hora. Asimismo, en solo dos horas desde que el recinto abrió sus puertas, se hizo difícil encontrar un lugar libre para levantar la tienda de campaña. Pero la mayoría de los visitantes se lo tomaron como parte del festival y las reacciones fueron en general positivas y entusiastas.