“La actividad cultural en Praga es bastante rica, siempre hay algo que hacer”.
Sandra Nováková, una colombiana emprendedora que cuenta con su propio restaurante de gastronomía colombiana quizo contarnos sobre su experiencia en Chequia y sus lugares favoritos en la ciudad de Praga.
En el otoño de 1996, Sandra llegó a Praga con la idea de intentar vivir por un año en la República Checa al lado de su novio y ahora esposo checo. Ya han pasado 22 años y Sandra dice en modo de chiste que todavía sigue intentándolo.
Durante ese tiempo, ambos eran estudiantes que se habían conocido en Estados Unidos y, como es usual en gente joven, estaban dispuestos a buscar nuevos caminos por vías distintas. Sandra dice que se trató de una vida que en un inicio fue difícil, especialmente para ella, debido a que había llegado sin un plan definido, tratando de ver qué oportunidades podía encontrar en un país totalmente desconocido sin ni siquiera saber hablar el idioma. Comenta algunos de sus primeros trabajos.
“Cuando llegué con mucha suerte encontré trabajo a los tres días como profesora de español lo cual no me gustó, fue una tortura para mí porque pues hablando español no sabía enseñar, entonces eso solo duro tres meses nada más, entonces empecé a sentar gente, después empecé a servir mesas, aprendí el checo básicamente haciendo este trabajo, lo hice más o menos como un año y medio y ya después conseguí trabajo en lo que me gusta mucho, que son ventas.”Agrega que la adaptación definitivamente no es fácil, en especial para personas que no son europeas. Piensa que en su caso se trata de culturas opuestas en muchos sentidos y que es necesario tener una mentalidad abierta para poder acoplarse bien a los cambios que pueden ser drásticos. Sin embargo, considera que las cosas han mejorado en el país desde su llegada.
“Me gusta haber llegado en esa época porque he visto un cambio también muy radical en Praga, en la República Checa han cambiado muchas cosas que lo hacen mucho más agradable. Es una ciudad cosmopolita, encuentras todo, hay gente de todas partes, es el centro de Europa, es bellísima, no se cansa uno de ver el castillo cada vez que pasa por ahí, entonces es muy agradable.”
Tuvo varios empleos, unos buenos, otros no tan buenos. Sin embargo, hace énfasis en que fueron experiencias que enriquecieron su vida acá y que se trató de un proceso durante el cual tuvo muchos aprendizajes en su mayoría, crecimientos personales.
“La República Checa me ha dado mucho y me dio la oportunidad de crecer profesionalmente y personalmente. Apreciar Colombia que cuando uno está ahí no aprecia mucho y yo creo que eso fue lo que más me ha impulsado a mí para hacer muchas cosas sobre todo con el restaurante. Mostrar la otra cara de Colombia porque le da a uno mucha tristeza ver como un país tan bello tiene una reputación no tan buena, que podríamos tener la mejor, siempre con el objetivo de que vean a la Colombia que yo añoro.”Sandra vive en Barrandov, una zona muy tranquila en la parte alta de la ciudad. Le gusta vivir ahí porque está un poquito alejada del centro y porque a pesar de esto tiene acceso a todo lo que necesita. Al respecto agrega.
“Vivo en Barrandov, es básicamente en la montaña de Praga, una de las colinas. ¿Qué me gusta?, precisamente eso, que cuando tengo que venir al centro siempre veo toda la ciudad desde el tranvía, tiene un transporte muy bueno como en general Praga lo tiene, una conexión buenísima. Tengo todo a la mano, tengo policlínica, tengo supermercados, básicamente si no trabajara, todo lo tengo al lado. Muy tranquila, muy segura como en general es todo Praga, muy muy segura y muy soleada”.
A la hora de responder que es lo que más le gusta de Praga, Sandra tuvo problemas en mencionar una sola cosa. Está muy satisfecha viviendo en la capital checa y piensa que son innumerables sus cualidades y ventajas. La colombiana habla sobre unas de ellas.“Yo creo que Praga tiene muchísimas ventajas, primero su belleza, no se cansa uno de ver lo bello, la arquitectura, la historia está en cada rincón de la ciudad, eso es muy lindo. Segundo la seguridad, es una ciudad muy segura comparada con otras ciudades de Europa. Es muy limpia a pesar de que tiene mucho turista, el sistema de transporte es casi perfecto, barato, limpio, seguro y puntual y esas son las cosas que uno tiene que valorar.”
En verano le gusta relajarse, caminar por la ciudad, descubrir cosas que después de 22 años todavía no conoce. También le agrada el hecho de poder realizar actividades al aire libre, como por ejemplo visitar los diferentes parques con los que cuenta la ciudad. Además añade que en Praga la escena cultural es amplia y esto le permite aprovechar los eventos que se realizan durante esta época ya que explica que se considera más una persona de ciudad que de la naturaleza.
“Tiene muchos festivales de música, mucha actividad cultural, cualquier cantidad de museos, cualquier cantidad de ballets, hay siempre algo que hacer. La actividad cultural en Praga es bastante rica, entonces no tiene tiempo uno de aburrirse, digámoslo así, siempre hay algo que hacer. Yo soy muy de ciudad, de actividades de música.”
Hablando sobre anécdotas en la ciudad. Dice que la gran mayoría se relacionaban con el idioma puesto que recién llegada no dominaba el checo, lo que hacía que terminara en situaciones confusas y un poco graciosas. Sandra relata una de estas anécdotas que ahora le causa mucha gracia.
“Con el idioma me han pasado muchas cosas, al principio también cuando estaba atendiendo las mesas. Una vez llegaron unos eslovacos y me llamaron y me dijeron que necesitaban servítky, que son servilletas pero a mí me sonó como muy checo como servírka, que es como mesera y yo les decía sí soy yo y ellos servítka y yo sí, acá estoy como lo puedo ayudar, soy yo, luego una mesa de al lado se reían y me tuvieron que explicar y me decían “necesitan servilletas porque en eslovaco es diferente”, entonces de eso también me acuerdo mucho.”Junto a su esposo Sandra es dueña de un restaurante que se especializa en las gastronomías checa y colombiana. Dutá Hlavá está ubicado en la zona de la Ciudad Vieja de Praga. Dice que su principal motivación es dar a conocer la cultura colombiana a los checos y a aquellos que se encuentran viviendo o visitando Praga. Así mismo, Sandra es ejemplo de una mujer latina exitosa ya que además de administrar su restaurante, desde hace ocho años es team leader de una compañía suiza.