Karel Hynek Mácha, poeta y patrono de los enamorados

Estatua de Karel Hynek Mácha (Foto: CTK)

El uno de mayo es considerado en la República Checa como el día de los enamorados. Uno de sus símbolos es Karel Hynek Mácha, poeta del romanticismo checo del siglo XIX, y su poema lírico-épico ‘Mayo’. Por este motivo, los enamorados se dirigen en esta fecha a la colina capitalina de Petřín, donde se encuentra su monumento, para rendir homenaje a su patrono y poner una flor al pie de su estatua. Sobre la vida y el legado de Mácha, una de las figuras destacadas de la poesía moderna checa les hablaremos en este programa especial de Radio Praga, dedicado a la fiesta del uno de mayo.

Estatua de Karel Hynek Mácha  (Foto: CTK)
La colina de Petřín, situada en la Ciudad Pequeña de Praga, está formada por un frondoso parque al que los habitantes de la capital suelen dirigirse en su tiempo libre.

Los checos la conocen como “la colina de los enamorados”, puesto que en primavera suelen pasearse por ella parejas de enamorados y también porque en uno de sus rincones se encuentra la estatua de bronce del poeta checo, Karel Hynek Mácha, obra del escultor Josef Václav Myslbek.

El monumento representa al poeta concentrado en sus pensamientos, oliendo un ramo de flores que lleva en la mano. Fue erigido en 1910, con motivo del centenario de su nacimiento.

Según la tradición, quienes el uno de mayo coloquen una flor al pie de la estatua de Mácha, o se den un beso junto a ella, se amarán todo el año. Los que conocen de memoria su poema ‘Mayo’, pueden incluso recitar los versos iniciales de esta obra lírica que narra la historia de un amor trágico entre dos jóvenes.

“Era el caer de la tarde – de Mayo primer día-

Mayo vespertino – era tiempo de amor.

Al amor invitaba la de la tórtola el rumor

Donde el pinar su aroma esparcía.

Sobre amor susurraba el musgo silencioso,

Las penas del amor mentía el árbol en flor,

A la rosa su amor cantaba el ruiseñor,

La rosa exhaló un suspiro oloroso…….”

El poema ‘Mayo’ emociona por su lirismo y representa una sonda profunda a las más íntimas experiencias del poeta en el campo de los sentimientos. Se trata de un verdadero himno de amor, que se inscribió con letras de oro en la historia de la literatura moderna checa.

Rudolf Matys  (Foto: Kristýna Maková)
Transcurría la primera mitad del siglo XIX y la lengua checa recién empezaba a renacer después de largos años de germanización. La supresión del checo como lengua académica tuvo unas consecuencias totalmente opuestas a las que deseaba la monarquía austro-húngara. Resurgió el movimiento patriótico checo y los escritores comenzaron a demostrar interés por la historia de su país y a estrechar lazos culturales con otras naciones eslavas, indicó el teórico literario, Rudolf Matys.

“Aquella época era característica por los esfuerzos de los escritores y gente de letras por la emancipación y el renacimiento del idioma checo en toda su amplitud, así como por el desarrollo de su forma culta. Uno de los principales protagonistas de este movimiento fue, por ejemplo, Josef Dobrovský, quien recogió una enorme cantidad de material lexicográfico y restableció el lenguaje checo clásico en toda su riqueza”, dijo Matys.

Josef Jungmann recopiló, a su vez, un gran diccionario checo que sirvió para establecer los fundamentos sobre los cuales se desarrolló la literatura checa posterior. Tradujo, además, autores de la Antigüedad, así como obras cumbre de la nueva literatura europea, sentando las bases del moderno lenguaje poético checo.

František Ladislav Čelakovský escribió poemas románticos siguiendo el estilo de las canciones folclóricas checas y rusas, mientras que František Palacký escribió una monumental Historia de Bohemia en cinco volúmenes.

Uno de los personajes literarios más importantes de este período fue el poeta Karel Hynek Mácha, nacido en 1810 cerca de la ya mencionada colina de Petřín, en Praga, que está relacionada simbólicamente con su persona. Cuando frecuentaba la secundaria, el joven escribió sus primeros poemas, aunque todavía en alemán, idioma que dominaba perfectamente.

Sin embargo, pronto comenzó a interesarse más por el lenguaje checo y visitaba las conferencias que en aquel entonces impartía sobre el tema Josef Jungmann. Bajo influencia del renacimiento del idioma en los círculos culturales y literarios checos, decidió cambiar incluso su nombre Ignatz por su equivalente checo Hynek.

Karel Hynek Mácha estudió Filosofía y Derecho en la Universidad Carolina de Praga. Fue un lector apasionado que se interesaba por la historia y le gustaba viajar. El poeta recorrió a pie cientos de kilómetros en compañía de sus amigos, según indicó Rudolf Matys.

“El poeta visitó numerosas localidades del país, buscando castillos, ruinas y lugares del que emana el sentimiento de algo misterioso. Uno de sus favoritos fue el castillo de Bezděz, en Bohemia del Norte, que es uno de los monumentos góticos más importantes del país. En el marco de su empeño por encontrar paisajes románticos y exóticos, Mácha emprendió incluso un viaje a pie a las ciudades italianas de Venecia y Florencia. Los diarios que escribió allí resultan muy interesantes”, señaló Matys.

Una de las grandes pasiones de Mácha fue también el teatro, por lo que se incorporó al grupo dramático de aficionados del escritor y dramaturgo Josef Kajetán Tyl. Fue allí donde alrededor de 1833 conoció al que sería su futuro amor. Con Eleonora Šomková, o Lori como la llamó, tuvo una relación apasionada y llena de torturas por celos.

El amor entre ambos estuvo lleno de tensiones y disonancias, tal vez por tratarse de dos personas absolutamente antagónicas. Lori, hija de un encuadernador fracasado que mantenía su numerosa familia con la producción de cajas de cartón, era una muchacha simple, sin educación e intereses más profundos.

Mácha era, por su parte, una personalidad complicada, cuyos sentimientos oscilaban entre la excitación poética y explosiones de celos y desconfianza devastadoras, afirmó Rudolf Matys.

“Fueron publicados muchos estudios que hablan de su carácter orgulloso hasta desdeñoso y mucho se ha dicho sobre su comportamiento susceptible, impulsivo y hasta cierto modo excéntrico. Andaba vestido en un abrigo blanco con forro de color rojo y un sombrero negro. Por otro lado, se desconoce su cara, puesto que hasta la fecha no se ha encontrado imagen suya alguna. De manera que todos sus retratos que aparecen, por ejemplo, en la portada de sus libros son puras fantasías”, sostuvo.

Lo que sí está comprobado es que a causa de las profundas diferencias, los sentimientos de Mácha hacia Lori quedaron con el tiempo apagados. Tal vez los dos se hubieran separado, pero la joven quedó embarazada. Mácha decidió cumplir con su obligación paternal y se comprometió contraer matrimonio con Lori. La boda quedó planeada para el 8 de noviembre de 1836. Sin embargo, nunca se celebró.

Con la meta de buscarse un trabajo para mantener a su futura familia, Mácha se trasladó a la ciudad de Litoměřice, al norte de Bohemia. Allí pretendía acomodarse con Eleonora Šomková y su recién nacido hijo. El trabajo lo encontró pronto en la oficina de un jurista local.

No obstante, faltando sólo dos días para su boda, Mácha murió inesperadamente el 6 de noviembre de 1836, antes de cumplir 26 años. Se especula que pudo haber fallecido por una pulmonía que contrajo después de ayudar a extinguir un incendio en la ciudad. No obstante, hoy en día está casi comprobado que falleció debido al cólera, con el que se contagió después de beber agua contaminada.

Karel Hynek Mácha es considerado en la República Checa como patrono de los enamorados. Es un tanto paradójico que su propia vida privada tuvo poco en común con sus ideales y, sobre todo, con el ansia del poeta por un amor perfecto.

Mácha nunca lo logró. Quizás por este motivo plasmó todos sus ideales en la poesía y, sobre todo, en el poema ‘Mayo’, que editó en abril de 1836, poco antes de morir, con sus propios medios. Sin embargo, las primeras críticas fueron malas, señaló Rudolf Matys.

“En el momento de su publicación, el poema fue rechazado por muchos críticos de la época, quienes aseguraban que se trataba de una obra literaria escasamente patriótica. A su juicio, ‘Mayo’ tenía carácter nihilista y no respondía al espíritu y la tradición de la literatura checa. Por todos estos motivos, Mácha fue ironizado y ridiculizado. Por otro lado, ningún crítico se atrevió poner en duda las altas cualidades poéticas de la obra”, sostuvo Matys.

Veinte años después el poema logró el merecido reconocimiento al convertirse en el símbolo de la nueva generación de poetas que, en 1858, recogió su programa poético en el almanaque ‘Mayo’, en cuya portada apareció el retrato ficticio de Karel Hynek Mácha.

En la poesía checa no hay obra tan conocida, publicada con tanta frecuencia e interpretada desde puntos tan diversos como ‘Mayo’. Desde su origen se ha publicado más de 260 veces y se ha traducido a todas las lenguas europeas.

Sobre el poema se han escrito, además, varios miles de estudios y artículos. Del legado de Mácha se han apoderado generaciones de poetas checos, desde los simbolistas de finales del siglo XIX hasta los autores contemporáneos. La obra de Mácha ha inspirado a numerosos artistas plásticos, compositores, cineastas y dramaturgos.

Karel Teige, uno de los destacados críticos checos del siglo XX, aseguró que la fecha de la primera edición de ‘Mayo’ hay que considerarla como el surgimiento de la poesía moderna checa, así como de la entrada de ésta en la esfera dinámica de la poesía internacional.

“Se trata de la fecha cuando, después de varios siglos, en el horizonte oscuro de la poesía checa apareció la resplandeciente luz del lirismo”, apuntó Teige en un artículo dedicado a ‘Mayo’.

Castillo de Bezděz  (Foto: CzechTourism)
El poema romántico ‘Mayo’ no deja de emocionar a generaciones de lectores con su imaginación poética, rico lenguaje y la melodía de sus versos, indicó el científico literario Rudolf Matys.

“Se trata de una obra poética de belleza excepcional. En ella, Mácha fue el primero que convirtió el lenguaje checo en un magma verbal y sonoro que fluye y constantemente se modifica. Se trata de una erupción espontánea de imágenes, melodías, cantos y expresiones que acarician el oído y provocan la fantasía. Asombrosa es la virtuosidad y la armonía con la que Mácha maneja el refrán. Se trata de un himno lírico épico por excelencia”, sostuvo Matys.

Del poema ‘Mayo’ se puede hablar, además, desde aspectos más diversos. En primer plano figura una historia sencilla de bandidos, situada en la región pintoresca del castillo gótico de Bezděz. El bandido Vilém asesina al seductor de su enamorada Jarmila, sin tener la menor sospecha que se tratara del padre de él. A consecuencia de ello Vilém es encarcelado y ejecutado.

‘Mayo’ ofrece también la posibilidad de ser interpretado como una obra poética, inspirada en la literatura romántica, que trata los temas eternos del amor y del odio, explicó Rudolf Matys.

“Sin embargo, ‘Mayo’ podemos concebirlo también como una meditación sobre el sufrimiento del hombre y la finalidad de la vida particular frente a la belleza eterna de la naturaleza. Con el mismo derecho podemos asegurar que se trata de una proyección de las experiencias internas del poeta en el campo de los sentimientos. Válida sería también la teoría que el poema trata los valores cristianos sobre la culpa y el castigo. Las interpretaciones de ‘Mayo’ son decenas”, afirmó Matys.

Según el experto, precisamente en esta ambigüedad y el carácter profundamente misterioso radica la magia de esta obra poética. Como ejemplo mencionó el personaje femenino de Jarmila. La mayoría de los lectores aseguran que termina su vida en las aguas de un lago.

Rudolf Matys  (Foto: Kristýna Maková)
Pero de ello no existe una prueba concreta, indicó Rudolf Matys. Mácha en ninguna parte del poema dice explícitamente que lo hizo. Resulta que todos, influidos por los versos, calculan que así fue.

Precisamente el carácter abierto de la obra de Mácha permite a cada nueva generación atribuir al texto los significados que le son afines, explicó Rudolf Matys.

“Poetas checos como Nezval, Holan y Seifert declararon que se inspiraron en él, al igual que muchos otros. Hasta hoy en día Mácha no deja de inspirar a artistas, dramaturgos y cineastas. Todos intentan apoderarse de su personaje, vida y legado literario, intentando dar su propia respuesta y explicación a lo que él había insinuado en sus versos”, insistió.

Sin embargo, la obra de Mácha no consiste solamente en ‘Mayo’. En los años 30 del siglo pasado se publicó un amplio estudio sobre el poeta titulado “Fragmento y misterio de la obra de Mácha”, que acentúa la importancia de estas dos calificaciones para caracterizar a este personaje de la literatura checa. En realidad, la mayoría de su obra lo forman fragmentos.

Además de ‘Mayo’, Mácha es autor de la novela corta ‘Gitanos’, unos pocos cuentos para revistas y unas 70 poesías menores. Todo el resto son fragmentos, proyectos y planes que el corto tiempo de su vida no le permitió llevar al final.

El enorme interés por Mácha sobrepasa el homenaje obligatorio a un poeta muerto. Afortunadamente, este personaje de la poesía moderna checa no comparte el triste destino de otros clásicos de la literatura nacional de los que muchos se olvidan después de abandonar la escuela. Mácha y sus versos permanecen vivos hasta la actualidad.