El 1 de mayo, el día de los besos
El 1 de mayo es conocido en la República Checa no solamente como el Día Internacional de los Trabajadores, sino también como el día del amor. En este programa especial repasaremos las particulares tradiciones checas vinculadas con este día festivo.
Mientras que las plazas y las calles checas se llenan el 1 de mayo de trabajadores y sindicalistas que reclaman mejores condiciones laborales, en los parques y arboledas se reúnen parejas enamoradas que pasean en busca de un cerezo en flor. En la República Checa, el mes de mayo es considerado por muchos como el más bonito - la primavera está en su mejor expresión, las temperaturas suben, los árboles florecen y la naturaleza se viste de colores. El primer día de este mes, la mayor preocupación de los enamorados es encontrar un árbol en flor, idealmente un cerezo, para darse un beso bajo sus flores. Esta costumbre debía asegurar la fertilidad de la mujer, así como su belleza y frescura. Por su parte, se dice también que la mujer que no reciba un beso debajo de un árbol, se marchitará al cabo de un año.
Muchos praguenses acostumbran subir a la colina Petřín, donde se encuentra la estatua del poeta checo del Romanticismo Karel Hynek Mácha. Precisamente en su famoso poema Mayo, que los alumnos suelen recitar de memoria en las escuelas, está inspirada la costumbre de darse un beso bajo un cerezo. Muchos checos incluso boicotean el día de San Valentín, considerándolo una costumbre importada, y esperan las celebraciones hasta el primero de mayo. La praguense Zuzana también mantiene esta tradición, según comenta.
“Para mí el día del amor es definitivamente el 1 de mayo. Obviamente, es mucho mejor celebrar este día con un clima bonito y agradable, cuando todo está verde y floreciente, y no en febrero cuando todo es gris y hace mucho frío. Para buscar un árbol en flor, nos solemos dirigir al parque de Riegerovy sady, en Praga”.
Dos celebraciones tan diferentes
Por su parte, la mexicana Patricia, que reside en la República Checa desde hace más de una década, ha adoptado esta tradición con mucho cariño, y le resulta curioso que el día 1 de mayo albergue dos celebraciones tan diferentes en este país, según nos comenta.
“Por un lado, la conmemoración del Día del Trabajo y, por el otro, la celebración del Día del Amor con un beso a tu pareja bajo la sombra de un árbol florecido, una tradición que data del siglo XIX y que los checos practicaron inclusive durante la época comunista. Personalmente, me encanta la idea de visitar alguno de los parques de la ciudad y darme un beso con mi pareja bajo un árbol recién florecido. Puedo decir que es el pretexto perfecto para admirar el paisaje natural de la República Checa que es majestuoso durante esta época del año”.
Celebrar el amor, pero no las bodas
Es paradójico que durante el mes del amor no se acostumbre celebrar bodas en la República Checa, ya que una superstición sostiene que los matrimonios contraídos en mayo tienen más probabilidad de divorcio. Nuestros antepasados sostuvieron que después de la boda, la mujer se quedaría embarazada casi inmediatamente. Además existía el riesgo de aborto durante la exhaustiva faena en el campo en verano, la mujer daría a luz en febrero y hubo peligro de que la madre y el niño no sobrevivieran el duro invierno con escasos alimentos. A pesar de que actualmente corren tiempos diferentes, las estadísticas demuestran que la superstición permanece viva, ya que las bodas se celebran con poca frecuencia en mayo.
Los “Majales” y los caminos del amor
A la víspera del 1 de mayo, en las plazas de varias ciudades y pueblos se erigen los llamados mayos, símbolos tradicionales de la primavera. Cada 30 de abril, los muchachos solteros se dirigen al bosque para cortar un árbol. Antes de levantarlo, le quitan corteza, ya que se creía que debajo de ella estaban escondidas fuerzas malignas. Mientras tanto, las muchachas solteras preparan una corona de flores, cintas y pañuelos, que simboliza la alegría y la honra. Algunos incluso cuelgan en la punta del árbol botellas con alcohol. Los más intrépidos trepan a la punta del árbol para ganarse la botella.
En algunos pueblos, los habitantes vigilan el “Majal” durante las noches para que nadie robe la corona, lo que suelen hacer los de pueblos vecinos, y significa una gran humillación. Asimismo, se celebran competiciones entre los pueblos para ver cuál “Majal” es el más bonito o alto. Cierta simbología sexual del “Majal” impulsó que en 1637 fuera emitida una orden que pretendió prohibirlos como una costumbre no cristiana. Solían ser retirados después de un mes y este acto solía estar acompañado por presentaciones de teatro divertidas o subastas del árbol adornado.
En la región de Slovácko se practicaba la costumbre de crear los caminos del amor. Las parejas conectaban sus casas mediante caminos decorados con ornamentos hechos de cal o arena para que todo el mundo se enterara de su amor mutuo. En algunas localidades se organizaban las llamadas subastas de mayo - los muchachos subastaban a las chicas del pueblo para cortejarlas durante un año.
Se dice asimismo que el que desea sentirse más joven y atractivo, debería darse el 1 de mayo un baño en un río o arroyo.