Karel Gott: el legado inmortal del icono del pop checo

Karel Gott, foto: Supraphon

Unas mil canciones grabadas, cerca de 50 millones de discos vendidos y 42 premios para el cantante checo más popular. Con esos números podríamos resumir la larga carrera de Karel Gott, quien falleció el 1 de octubre de 2019 a los 80 años.

Karel Gott,  foto: Khalil Baalbaki

El apellido Gott significa en alemán Dios y es verdad que el cantante Karel Gott tuvo una trayectoria divina. En los años setenta, la prensa occidental le dio sobrenombre de “Sinatra del Este”, los fans checos le apodaban con cariño ‘Carlitos el Divino’ y su gloria se podía y puede comparar por ejemplo con la de Julio Iglesias en España.

Karel Gott nació el 14 de julio en la ciudad de Pilsen. De joven quería ser pintor e intentó, sin éxito, ingresar en la escuela secundaria de artes plásticas. No aprobó los exámenes así que empezó a aprender el oficio de electricista.

Karel Gott,  foto: ČT

Pero siempre se dedicó a su hobby predilecto: el canto. Más tarde comenzó a estudiar ópera en el conservatorio de Praga y como aficionado cantaba en las fiestas de baile acompañado de varias orquestas. Hasta que en 1960 definitivamente decidió dejar su profesión de electricista y convertirse en cantante profesional. Entonces nació la mayor estrella de la música pop checa.

El cantante ingresó en 1962 en un teatro praguense muy popular, Semafor, que lo catapultó más tarde a la cima de la música pop nacional. El dúo de autores Jiří Suchý y Jiří Šlitr escribió para él la canción titulada ‘Tiene los ojos cubiertos de nieve’ (Oči má sněhem zaváté), con la que conquistó el primer lugar de la lista de éxitos nacionales. Gracias a ello se hizo con su primer Ruiseñor de Oro, premio para el intérprete checo más popular.

Tras abandonar el teatro Semafor a mediados de los años sesenta, el cantante comenzó a colaborar con el Grupo de Ladislav Štaidl. En 1965 lanzó con él otro gran éxito titulado ‘Caja fuerte’ (Trezor) y dos años más tarde realizó con la banda una gira por Estados Unidos, Canadá y Europa Occidental.

Karel Gott | Foto: Martin Kubica,  Supraphon

Karel Gott reinaba en la música pop checoslovaca durante los años setenta y ochenta. Entre sus éxitos más conocidos figuran por ejemplo la canción titulada ‘Hej, hej, baby’ y el tema ‘Cuando yo entonces era un muchacho’ (Když jsem já byl tenkrát kluk).

Tras la Revolución de Tercipelo, en 1989, Gott quería poner punto final a su carrera. Realizó una gran gira por Checoslovaquia y Alemania. Pero el gran éxito de este tour le convenció a cambiar de opinión. En 1991, Gott entró en el Salón de la Gloria de la Academia de la Música Pop Checa y un año más tarde lanzó el álbum ‘Cuando un hombre desayuna con una mujer’ (Když muž se ženou snídá) que se convirtió en el disco más vendido del año.

La carrera estelar de este intérprete prosiguió también en el nuevo milenio, hasta que en 2015 los médicos le diagnosticaron un cáncer de ganglios linfáticos. Entonces se vio obligado a hacer en su carrera una pausa. Sin embargo, un año más tarde el cantante anunció que superó del todo la enfermedad y que volvía al escenario.

Karel Gott siguió deleitando a sus fans varios años más, a pesar de que sus problemas de salud se volvían serios nuevamente. En primavera de 2019, Karel Gott y su esposa encargaron a Richard Krajčo, cantante del grupo Kryštof, una canción que concluyera su estelar carrera. En ese entonces, el cantante sabía ya de su enfermedad mortal.

La composición fue lanzada en mayo y se trató de un dueto de la leyenda del pop checo con su hija Charlotte Ella, de trece años de edad. La canción lleva por título ‘Los corazones no se apagan’ (Srdce nehasnou) y, efectivamente, fue la última del que muchos llamaban maestro.

Autor: Roman Casado
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