Las canciones de la Revolución de Terciopelo
Chequia celebra el 35º aniversario de la caída del régimen comunista. Manifestaciones masivas, la participación de estudiantes en las protestas, el tintineo de llaves para cerrar una era y numerosas canciones icónicas. Todos símbolos de la Revolución de Tercipelo de 1989 en Checoslovaquia.
El himno de la caída del régimen comunista checoslovaco. Así podríamos determinar la legendaria canción Una oración para Marta, interpretada por Marta Kubišová, a la que el régimen le había prohibido cantar en público durante veinte años. El tema se convirtió primero en un símbolo de la resistencia del pueblo checoslovaco contra la invasión de los Ejércitos del Pacto de Varsovia el 21 de agosto de 1968, aunque la canción fue grabada dos días más tarde. En 1989, la cantaron, junto a Kubišová, decenas de miles de personas en las plazas de las ciudades checas y elovacas más grandes. El tema es utilizado tradicionalmente por la radiodifusión estatal, así como algunas estaciones privadas, para conmemorar el aniversario del 17 de noviembre a las 17:11 horas.
Otro cantate que pudo volver a los escenarios nacionales tras el 17 de noviembre de 1989 fue Karel Kryl. Al igual que Kubišová, el cantautor no tuvo miedo de expresar su desacuerdo con el régimen comunista e ir contra la corriente. Su primer disco fue lanzado medio año después de la invasión soviética. La canción principal la compuso el 22 de agosto, un día después del ingreso de las tropas, en una reacción espontánea a la agresión. Un año más tarde, Kryl emigró a Alemania, donde permaneció durante veinte años. En una de las manifestaciones, cantó el himno nacional junto a Karel Gott, la estrella de la música popular comunista, aunque más tarde se arrepintió por haber compartido el escenario con él.
Otra de las canciones icónicas que sonaron durante la manifestación multitudinaria efectuada en la Planicie de Letná, en Praga, hace 35 años, fue el tema titulado Náměšť, de Jaroslav Hutka. El tema dedicado a los valores humanos básicos como el amor, la libertad y la verdad se popularizó durante la emigración del cantante, de manera que en la manifestación lo acompañó un numeroso coro de los participantes.
En 1989, tras largos años de censura, las radios empezaron a poner también varias otras canciones sobre la libertad que reeplazaron la música pop socialista.
No obstante, la euforia revolucionaria se esfumó tras unos meses, y los intérpretes que en los días de las protestas eran capaces de llenar plazas extensas, poco a poco volvieron a las salas musicales pequeñas. Algunas de sus canciones siguen resonando en la sociedad hasta el día de hoy.