Jóvenes voluntarios checos ayudan en Latinoamérica
Cada vez más jóvenes checos participan en actividades de voluntariado en los países de América Latina.
Gracias a una amplia oferta de proyectos coordinados sobre todo por distintas Organizaciones No Gubernamentales, el número de jóvenes voluntarios checos que se lanzan a trabajar por todo el mundo crece de manera gradual.
No solo los estudiantes universitarios, sino también los que ya trabajan deciden con cada vez más frecuencia combinar sus viajes de vacaciones con un voluntariado.Algunos toman esta decisión después de haber viajado a países exóticos donde hay pobreza. Este es el caso de Eliška, de 30 años, quien comentó para la Radiodifusión Checa sus planes.
“Estuve unos seis meses en la India. También visité Colombia e Irán. He visto a gente que vive en una situación muy difícil y me gustaría ayudarles”.
En este sentido crece la popularidad de países fuera de las fronteras europeas, confirmó Eva Brychtová de la organización Inex, que se dedica a la gestión de trabajos de voluntariado.
“Podemos observar un significativo aumento del interés en lo que se refiere a los proyectos en los países no europeos. La mayoría de los voluntarios viaja ahora a la India, Nepal y a México. Muchos se van a países africanos, sobre todo a Kenia. Sin embargo, crece también el número de personas que trabajan en América Latina, por ejemplo en el Perú y en Bolivia”.
Los que más quieren participar en estos programas en los países en vías de desarrollo son los jóvenes de entre 15 y 26 años.
Dicha organización ayudó el año pasado a unas 70 personas, lo que supone un crecimiento de un 25% en comparación con el año 2016. En su mayoría se trata de programas de varias semanas o meses.
Eva Brychtová describió cómo suele ser el trabajo voluntario en este tipo de proyectos.“No se pretende quitarle el trabajo a los locales. O sea, no se requiere ninguna especialización o experiencia previa. Normalmente se trata de trabajos manuales, sobre todo en construcción y limpieza. También pueden ser actividades agrícolas, por ejemplo en una granja. Luego hay proyectos que se centran en la educación de los niños”.
Por su parte, Hombre en Emergencia, la mayor organización humanitaria checa, ofrece también posiciones más especializadas.
Según comentó Petra Weissová, coordinadora de los proyectos, las personas interesadas tienen que responder a los requisitos de los programas que se desarrollan en los países extranjeros a largo plazo. En el caso de que la aplicación sea exitosa, la organización cubre entre otras cosas el coste del transporte y el alojamiento.