Josef Suk, uno de los padres del modernismo musical checo
La obra del compositor Josef Suk se caracterizó por marcar el paso entre el post-romanticismo y el modernismo en la música checa. La influencia de Antonín Dvořák fue predominante desde el principio de su carrera. Ese gran genio de la música fue su profesor y suegro después.
Suk y Vítězslav Novák dieron continuidad a la escuela de composición de Dvořák y se convirtieron en los mayores representantes del modernismo checo.
Entre los años 1885 y 1892, Suk cursó estudios en el Conservatorio de Praga. Escogió el violín como su instrumento, y su maestro fue Antonín Bennewitz, gran admirador del violinista italiano Giovanni Battista Viotti. Mientras que su primer profesor de composición fue Karel Stecker, conocido pedagogo, compositor y violinista.
No obstante, su destino estaba escrito. Su gran maestro sería Antonín Dvořák con quien entablaría estrechos lazos profesionales y familiares.
Suk el yerno de Dvořák
Josef Suk conoció a Otilie, la hija de Dvořák. Se enamoró locamente de ella y en 1898 contrajeron matrimonio. En 1901 nació su hijo Josef, pero tan solo cuatro años después su esposa murió debido a un problema cardíaco. Un año antes había fallecido su suegro Antonín Dvořák.
Los cronistas aseguran que aquella tragedia marcó de manera significativa la composición de obras posteriores de Suk, pero siguió fiel al legado de Dvořák.
Con tres antiguos compañeros de estudios fundó en 1895 el grupo conocido como Cuarteto Checo. Fue todo un acierto, gracias a su gran nivel artístico pronto se hicieron famosos en el país. Marcaron un hito en la interpretación de música de cámara.
Realizaron un sinúmero de giras nacionales e internacionales con más de 4.000 conciertos. El nombre de Josef Suk se convirtió en sinónimo de calidad artística y la crítica lo colmó de elogios.
Maestro de grandes músicos
Su elevada cotización le llevó nuevamente al conservatorio de Praga, pero esta vez como profesor, y tiempo después le nombraron rector en cuatro oportunidades.Entre sus alumnos más avanzados destacaron Jaroslav Ježek, Klement Slavický y Bohuslav Martinů, un año antes de su partida a Francia. Josef Suk fue una persona muy sensible, aspecto de su personalidad que claramente se percibe en su música.
A pesar de la fuerte influencia de Dvořák y Brahms, los críticos resaltan el individualismo que marca sus composiciones, la emotividad, el color del sonido y la melodía de su pensamiento musical, se trata de un rasgo distintivo que sigue cautivando al público en el mundo entero.