Josef Bozek, inventor de la era del vapor

Josef Bozek y su vehículo a vapor
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Les ofrecemos la semblanza de Josef Bozek, inventor checo del siglo 19, era del vapor. Bozek destacó, entre otras cosas, como relojero y fabricante de prótesis. La mano artificial que confeccionó para el príncipe Ypsilanti era tan perfecta que permitía a su usuario utilizar el cubierto y dar cuerda al reloj. En 1815 el inventor presentó en público un vehículo a vapor sobre ruedas.

Josef Bozek
El pionero checo de las máquinas a vapor, Josef Bozek, nació en 1782 en la familia de un molinero silesio. Su talento técnico se manifestó ya en sus estudios en la escuela de la ciudad de Tesín. De su vocación se dio cuenta el prefecto del liceo católico local que con su influencia logró que Bozek pudiera inscribirse en este establecimiento docente, reservado sólo para muchachos de familias de elevada posición social.

Concluídos los estudios en el liceo, Josef Bozek pudo asistir en la metrópoli morava Brno a conferencias sobre Mecánica y Matemáticas. Con el fin de realizar su sueño sobre la carrera de profesor se fue a pie a Praga, llevando a cuestas el modelo de una máquina de su invención para la industria de paños. En la capital checa se inscribió en los cursos universitarios de Filosofía y Lógica. Se ganaba la vida como grabador de troqueles y relojero, y más tarde como monitor en la familia del conde Clam- Martinic.

Josef Bozek renunció a su sueño de hacerse profesor a insistencias del director del Real Instituto Politécnico Checo, Frantisek Josef Gerstner, quien estaba empeñado en contratar al joven de 24 años como mecánico de este establecimiento docente.

Josef Bozek y su vehículo a vapor
Bozek trabajaría como mecánico del Real Instituto Politécnico Checo hasta su muerte, es decir durante 30 años, confeccionando gran número de instrumentos, maquetas y diversos tipos de relojes, incluso los astronómicos.

La relojería fue uno de los ramos técnicos donde Bozek puso en evidencia su inventividad técnica. Para el conde Kounic construyó un reloj al que no era necesario dar cuerda, ya que funcionaba automáticamente gracias a los movimientos de la mano de su usuario.

El inventor ganó fama ante el público también con las prótesis confeccionadas para los inválidos de las guerras napoleónicas. Para el oficial del ejército ruso, Danielovski, confeccionó piernas artificiales que posibilitaban a su usuario desplazarse sin apoyarse en un bastón y hasta subir las escaleras.

Modelo del vehículo a vapor de Josef Bozek
Sin embargo, a Bozek le interesaba más que todo la máquina a vapor. Su ambición era construir un vehículo sobre ruedas accionado por vapor. Tarea tanto más difícil ya que el director del Instituto Politécnico no creía en tal proyecto. Si Bozek quería construir el vehículo a vapor tenía que invertir su propio dinero.

Gracias a su perseverancia e inventividad técnica el endeudado Josef Bozek alcanzó su objetivo. En septiembre de 1815 ofreció en el Coto Real en Praga la presentación de un vehículo a vapor sobre ruedas, la cual, como todo inidica, fue la segunda en el continente europeo. Un año más tarde construyó un pequeño vaporcito que presentó en un estanque situado en el Jardín Wallenstein, en Praga.

Josef Bozek dedicó otro año de trabajo a la construcción de un gran barco a vapor. La realización del proyecto agravó aún más sus dificultades financieras y provocó una ruptura con Gerstner, quien rechazó la solicitud del inventor de presentar el barco en público. Sólo los desesperados ruegos de la esposa de Bozek lograron que el director del Instituto Politécnico diera su permiso para la exhibición pública del vehículo sobre ruedas y del pequeño vapor el 1 de junio de 1817, en el Coto Real.

Exhibición del barco a vapor
La jornada resultó desastrosa para Bozek. Cuando todo estaba preparado, se desencadenó una tormenta, cayó una lluvia torrencial y en la confusión un desalmado robó la caja con el dinero cobrado al público. El camino en que debía desplazarse el vehículo a vapor se convirtió en un lodazal. El inventor tuvo que desistir de exhibirlo. Sólo un puñado de espectadores presenció la exhibición del vapor en un brazo del río Vltava.

Bozek, desesperado y acosado por acreedores, destrozó sus inventos con un martillo. Durante el resto de su vida se dedicó al trabajo en el Instituto Politécnico y en su taller de maquinaria, especializado en la construcción de prensas hidráulicas,bombas y máquinas de vapor para fábricas de azúcar, de porcelana y de hilados así como para cristalerías y molinos. Josef Bozek murió en 1835 de una pulmonía que contrajo al trabajar en la instalación de un nuevo sistema de distribución de agua potable en Praga.