Jorge de Podiebrad, el rey protestante que quería unificar Europa

Jorge de Podiebrad

Jorge de Podiebrad fue el único rey checo sin sangre real, y también el último de origen puramente checo. Por sus ideas diplomáticas es considerado uno de los precursores de la Unión Europea. Sobre la importancia de su reinado en la historia checa hablaremos en esta edición de 'Legados del Pasado, Testimonios del Presente'.

Antes de la llegada de Jorge de Podiebrad al trono en 1458, el Reino de Bohemia se hallaba en una situación revuelta. Las sangrientas guerras husitas, que enfrentaron a católicos y utraquistas, dejaron el país destrozado. Hacer las paces entre ambos bandos fue el propósito de Jorge de Podiebrad, primer hombre en el trono checo sin sangre real en las venas.

Diplomacia ante la violencia

Jorge de Podiebrad
Jorge de Podiebrad nació en 1420 en el seno de la poderosa familia noble de los Kunštát, en la época cuando las guerras husitas azotaban el país.

A los 15 años de edad, el joven noble participó en una de ellas, en la batalla de Lipany, donde junto a los utraquistas contribuyó a la derrota de los husitas radicales.

La bestialidad de la guerra le afectó para siempre y marcó su futura estrategia gubernamental, que ante la violencia optaba por el camino diplomático.

El resultado de la Batalla de Lipany abrió paso al diálogo entre los utraquistas y los católicos, cuyo fruto fue la aprobación de los llamados 'Compactatos de Basilea'. Este gran paso hacia la tolerancia reconoció a los utraquistas el derecho de la comunión “bajo dos especies“, es decir, de tomar pan y vino.

Después de la muerte del rey Segismundo de Luxemburgo, odiado por los husitas, el Reino de Bohemia permaneció 14 años en interregno. Esta anarquía dio lugar a otros enfrentamientos entre los católicos y los utraquistas. A fin de proteger el orden y la paz, los estamentos checos instauraron los llamados 'lanfrieds', unidades regionales con derechos políticos y militares.

El concilio de Basilea
Estas entidades empezaron a integrarse en ligas, y la de Bohemia Oriental, presidida por Jorge de Podiebrad, se convirtió pronto en el núcleo de los utraquistas.

En 1448, como consecuencia de una guerra con los católicos, Jorge de Podiebrad tomó la capital checa, ocupada por sus enemigos. Pronto fue nombrado Administrador del Reino de Bohemia, encargado de regentar el país hasta que el heredero del trono legítimo,Ladislao el Póstumo, alcanzara la mayoría de edad.

Según recalca el director del Instituto de la Historia de la Universidad de Hradec Králové, Ondřej Felcman, las crónicas describen la regencia de Jorge de Podiebrad como una época de florecimiento.

Batalla de Lipany
“Sin duda, su administración y el siguiente reinado aportó tranquilidad al país. Aunque duró solamente una década, fue una época feliz en cuanto al desarrollo de la independencia nacional. Jorge de Podiebrad hizo mucho esfuerzo en formar una nación. Consiguió recuperar todas las zonas fronterizas sustraídas. Los duques sajones le devolvieron las ciudades en Bohemia del Norte y los castillos. Asimismo puso en marcha una política matrimonial relativamente audaz para aquella época. Con los matrimonios de sus hijos, tuvo 14 en total, entabló amistades con muchas dinastías alemanas importantes”.

Cuatro años después de la subida al trono, el joven rey Ladislao el Póstumo falleció por causas desconocidas. La misteriosa muerte dio lugar a difamaciones que inculpaban de su muerte a Jorge de Podiebrad y a su esposa Catalina, que supuestamente ofreció a Ladislao una manzana envenenada.

Su inocencia salió definitivamente a la luz 500 años después, tras una investigación que marcó como la causa de su muerte la leucemia.

El rey de 'un pueblo doble'

Anhelosa de conservar los logros de la revolución husita, sobre todo la comunión bajo dos especies, la nobleza utraquista era consciente de que el trono checo debería ser ocupado por un rey de ideología husita.

Tras haber comprado los votos de los nobles católicos, los utraquistas consiguieron en 1458 la subida de Jorge de Podiebrad al trono checo.

Gobernando a esta nación, dividida en utraquistas y católicos, Jorge de Podiebrad ganó el sobrenombre del rey de 'un pueblo doble'. El revolucionario acto de nombrar como el rey de Bohemia un hombre sin origen real presagió que el pensamiento medieval estaba dando paso al renacentista.

La coronación de Jorge de Podiebrad se vio respaldada también por el Papa Pío II, bajo la condición de que el nuevo rey checo emprendiera una lucha contra la herejía.

A diferencia del Papa, Jorge de Podiebrad no consideraba a los utraquistas herejes. Su juramento interpretó que lucharía contra la Unidad Fraternal, pero no contra los utraquistas. Esta discrepancia dio lugar a un gran conflicto, que desembocó en la suspensión los llamados compactatos de Basilea.

El precursor de la Unión Europea

Consciente de la amenaza de una cruzada por parte de Roma, Jorge de Podiebrad puso en marcha una búsqueda de aliados entre otros monarcas europeos. Para ello propuso la fundación de la Liga de Reyes Cristianos, una organización internacional que garantizara solucionar conflictos de manera pacífica en un Tribunal Internacional.

Papa Pius II
Con este proyecto Jorge de Podiebrad también estimó reducir el poder del Papa y hacer frente a los turcos, cuyas invasiones representaban una gran amenaza para la Europa cristiana.

Según afirma el historiador del Museo de Poděbrady, Petr Šorm, esta idea lo incorpora entre los precursores de la Unión Europea.

“La propuesta de este acuerdo es muy interesante. Jorge de Podiebrad sugirió crear una institución parecida a lo que hoy día conocemos como el Parlamento Europeo. Su proyecto incluso contó con una moneda unitaria y la suspensión de las aduanas. Es un pensamiento sorprendente para aquella época. Aunque en el proyecto aparecieron también algunas cosas muy propias a la época del siglo XV, creo que podemos considerar a Jorge de Podiebrad como precursor de la Unión Europea“.

A fin de convencer a los monarcas, el rey envió a los países occidentales una misión diplomática encabezada por su suegro, Jaroslav Lev de Rožmitál. Debido a las guerras husitas, los checos no gozaban en los países occidentales de mucha credibilidad, lo que testimonia una nota de Venceslao Šašek de Zbířkov, uno de los miembros de la misión. En ella describe la recepción del rey español en la ciudad de Segovia.

„Nos llevaron al castillo, pero no nos dejaron entrar todos a la vez, sino en grupos de cinco. El motivo era que se hallaban allí tesoros reales de gran valor”.

Los reyes occidentales se distanciaron de esta idea y el proyecto desapareció en vano.

Los antiguos familiares contra el rey

Pero el conflicto con el Papa no desapareció. La disputa culminó con una cruzada llevada contra el pueblo checo. El Papa mandó a destituir a Jorge de Podiebrad y confiscarle sus propiedades.

Para oponerse al rey se formó también la llamada 'Unidad del Monte Verde', encabezada por el ex cuñado de Jorge de Podiebrad. No era el único enemigo de las filas de sus familiares, ya que su ex yerno Matías Corvino se puso en frente de la cruzada enviada por el Papa.

Las tropas de Jorge de Podiebrad rebatieron esta invasión, haciendo jurar a Matías Corvino que evitaría otros conflictos y haría paces con el Papa.

La promesa no fue cumplida y Matías Corvino fue en 1469 proclamado por la nobleza católica checa el rey de Bohemia. Jorge de Podiebrad logró resolver esta situación también de una manera diplomática, afirma Petr Šorm.

La estatua de ecuestre de Jorge de Podiebrad,  Poděbrady,  foto: Miloš Turek
“Para él fue típico que prefería negociar o llegar a compromisos ante la guerra y la violencia. Poco típico para la época de Edad Media fue su decisión sobre la herencia del trono. Consciente de que la falta de sangre real complicaría la llegada al trono a uno de sus hijos, nombró como el nuevo rey al polaco Vladislao de Jagellonia“.

Al cabo de un mes, el Concilio Nacional anuló el cargo real de Matías Corvino, declarando al único rey a Vladislao Jagellón de Bohemia. Su dinastía gobernó en el Reino de Bohemia durante las siguientes cinco décadas.

Jorge de Podiebrad falleció inesperadamente en 147. Sus restos mortales se hallan en la Catedral de San Vito, en Praga.