Jiri Dienstbier sobre la crisis yugoslava

La amenaza de que el presidente yugoslavo Slobodan Milosevic sea juzgado por el Tribunal Internacional de La Haya, representa el mayor obstáculo para que éste deje el Gobierno por la vía pacífica. Estas fueron las declaraciones ofrecidas recientemente por el relator checo de la ONU para los Derechos Humanos en la Ex-Yugoslavia, Jiri Dienstbier, tras una visita de varios días a la región.

El presidente ruso Vladimir Putin invitó recientemente a Slobodan Milosevic y al candidato de la Oposición Democrática Serbia, Vojislav Kostunica, a buscar en Moscú una solución a la crisis yugoslava. Según Dienstbier estas negociaciones no pretenden legitimar una segunda vuelta de las elecciones en Yugoslavia, sino que buscar una transición pacífica de ese país a la democracia.

"Milosevic no abandonará tan fácilmente el poder, y más sabiendo que pasará el resto de sus días en la cárcel", indicó Dienstbier, subrayando que desde el punto de vista moral, habría que preguntarse si es más importante el destino de un dictador o el de millones de personas en los Balcanes".

Tras las reciente elecciones en Yugoslavia, miles de manifestantes serbios se han tomado las calles para protestar contra Milosevic, exigiendo que se reconozca el triunfo de la oposición.

En las regiones rurales serbias, reina una atmósfera de batalla; la gente rechaza cualquier otra salida a esta crisis que no sea la dimisión de Milosevic.

El relator checo comparó la situación que se vive en estos días en Belgrado con la previa a la "Revolución de Terciopelo", que puso fin al régimen comunista en la antigua Checoslovaquia. "Se vive por un lado el entusiasmo de la victoria y por el otro el temor a lo que pueda ocurrir y al contraataque de Milosevic", puntualizó Dienstbier.