Jesús Castro Balbi: “La música es transmitir amor con un lenguaje natural”
Radicado en Francia desde 1975, el guitarrista peruano Jesús Castro Balbi dio un salto a la República Checa para asistir al Festival Internacional de Música de Český Krumlov, uno de los más importantes del Viejo Continente. El concertista habló con Radio Praga de sus andares por el mundo de la música como instrumento para dirigirse a Dios.
Y que nada mejor que traer a la XXVI edición del Festival Internacional de Música de Český Krumlov a uno de los grandes representantes de la cultura peruana, como lo es el guitarrista Jesús Castro Balbi.
Al referirse al repertorio escogido para el recital de guitarra, Castro Balbi reveló que se buscó que estuviera a la medida del acontecimiento y de la sala donde tuvo lugar.
“El repertorio fue algo muy especial. Fue escogido por la embajadora, que me solicitó que tomara en cuenta que el lugar del recital era un salón barroco, conocido como el Salón de las Máscaras (del Castillo de Český Krumlov). Me encontré ante la necesidad de realizar un repertorio netamente barroco, en principio, y que rindiera también homenaje a nuestra cultura peruana. La primera parte estuvo dedicada a Johan Sebastián Bach (Suite BWV 997) y a un compositor desconocido Matías José Maestro. En la segunda parte interpreté obras de Pedro Ximenes Abril-Tirado y terminé con música que no tiene fecha de nacimiento, porque son obras del folclore peruano que están desde siempre. Se trata de piezas con mucha influencia negra (africana), es una música muy viva”.Chequia, una asignatura pendiente
“Observo una actitud que simplemente es la actitud del espíritu que habla al otro espíritu. Entonces es un contacto directo y el recibimiento del público checo me ha hecho sentir que es un público maravilloso”.
Con recitales y conciertos, a lo largo y ancho del planeta, Castro Balbi tenía una asignatura pendiente, que era presentarse ante el público checo. Y según matizó se dio la magia de un maravilloso contacto directo.
“Para mí fue una felicidad muy inmensa, descubrir a este nuevo público, y ser recibido con el cariño con el que me recibieron ellos. Mis experiencias en diversos países europeos, y en el mundo me llevan a la conclusión de que en realidad el público es el mismo. Porque en el momento en que la música ejerce su magia, con modestia lo digo, pero con mucha humildad, es recibida por el público, que en este caso era desconocido para mí. Observo una actitud que simplemente es la actitud del espíritu que habla al otro espíritu. Entonces es un contacto directo y el recibimiento del público checo me ha hecho sentir que es un público maravilloso”.
Bach y Latinoamérica
Con cuarenta años de experiencia como pedagogo a nivel internacional, Jesús Castro Balbi está acostumbrado a dirigirse al auditorio, algo que no falta en sus conciertos y Český Krumlov no fue la excepción.Con la profunda humildad que le caracteriza, el maestro cautivó al público con su música y con las explicaciones sobre las obras interpretadas.
“Explicar Bach resulta casi innecesario, pero sí que lo es, porque en realidad vale la pena explicar que la suite de Bach está basada en temas de la pasión según San Mateo, y eso no es algo tan corriente. Explicar además que la zarabanda, que es la cumbre de la sensibilidad, realidad musical y espiritual barroca, es su nexo con Dios, porque Bach compuso todas sus obras en homenaje a Dios, en su Fe cristiana. Se considera que esa zarabanda, que se merece tanta reverencia, respeto y espiritualidad tuvo su origen en la música mexicana antes de la llegada de los españoles. Los indios la bailaban al Dios español, entre comillas, que bajaba de unos barcos. Y después, con el correr de los siglos los españoles, a escondidas desarrollaron la zarabanda que había estado prohibida por ser muy sensual. La hicieron más lenta, más lenta, más lenta, hasta que llegó a nuestro querido y respetado Johan Sebastián Bach. Y él con la sensibilidad de la época encontró que la zarabanda era la mejor manera de dirigirse a Dios”.
De acuerdo con el profesor Castro Balbi el círculo se ha cerrado. La música con la que los nativos del Nuevo Mundo se comunicaban con Dios, llegó al Viejo Mundo y sirvió para el mismo cometido.Se da también otra situación muy interesante y es que, por su parte, América se enriquece con los ritmos de África.
“La influencia negra, africana, sobre todo de ritmos, está presente en toda Latinoamérica, sobre todo en Brasil, Venezuela, Colombia, Perú... Tenemos ritmos que son netamente de África. Pero, lo interesante es que estos cantos, ritmos que se siguen cantando, ya no se puede decir que sean puramente africanos, porque ya son peruanos, colombianos, venezolanos, pero conservan sus bellas raíces llenas de sensibilidad. Esa suma de elementos lleva a una expresión musical extremadamente rica”.
La guitarra, el amor de su vida
La pasión por la guitarra y la música saltan a la vista a la hora de hablar con Jesús Castro Balbi, es algo que no puede y a lo mejor no quiere ocultar. En un tono de complicidad ha revelado su primer encuentro con lo que se convirtió en el gran amor de su vida.
“…La hicieron más lenta, más lenta, más lenta, hasta que llegó a nuestro querido y respetado Johan Sebastián Bach. Y él con la sensibilidad de la época encontró que la zarabanda era la mejor manera de dirigirse a Dios”.
“Fue un flechazo de Cupido que no me esperaba. Un día mi madre fue a comprar una guitarra para mi hermano mayor. Era una guitarrita negra. Mi hermano tocaba y yo lo miraba con admiración, pero al final la guitarra y yo nos enamoramos recíprocamente y yo terminé siendo guitarrista y mi hermano médico. Bueno en el fondo en casa todos somos guitarristas, pero el único que se dedicó profesionalmente soy yo”.
La carrera profesional de Castro Albi empezó a muy temprana edad. A los diez años ya tocaba con grupos folclóricos profesionales. Pero por aquel entonces, según comentó, todavía no sabía nada de música. Finalmente un profesor de la secundaria le recomendó que se matriculara en el Conservatorio de Lima y aquello sirvió para abrirle un panorama inesperado y fantástico.
La mejor acústica está en el gallinero
La vida de estudiante representó un gran desafío lleno de interrogantes y surgió el buen hábito de la búsqueda permanente, la convicción de que siempre hay algo nuevo para descubrir y aprender.Los años de estudios están llenos de bellos recuerdos, pero hay algo que no cambia en ninguna parte del mundo.
“Cuando era estudiante en el Conservatorio de Perú, para mí era fascinante ir a los conciertos. No tenía dinero para pagarme el palco, ni primera fila de la platea, pues iba a lo que nosotros llamamos el gallinero, que estaba lleno de estudiantes. Y en realidad, un secreto que todo el mundo sabía en Perú, es que el mejor lugar para escuchar la música es siempre arriba. Ahora hay, tal vez, más oportunidades, mis alumnos en la ciudad de Lyon pueden abonarse y asistir a una serie de conciertos por seis euros”.
Con centenares de alumnos en Europa y otros tantos en cursos internacionales, Jesús Castro Balbi trata de inculcar a sus alumnos mucho más que las técnicas de interpretación. Los músicos pueden llegar a desempeñar un papel de suma importancia en la sociedad.
“En realidad todo lo que es cultura, entre comillas, se encuentra prácticamente aislado, no solamente en las sociedades cultas, entre comillas, y en las sociedades en general, europeas, latinoamericanas o asiáticas, y ese es un fenómeno, entre comillas, normal. No quiero convertirme en juez, de mis colegas ni de mí mismo, pero nosotros tenemos una gran responsabilidad. Si bien es cierto que la música que llamamos de consumo, claro que toda música tiene derecho de existir, pero son músicas realizadas con cierta facilidad de comprensión, de entendimiento y que llegan con otras ideas, para que la gente tenga cierta actitud frente a lo que se les está ofreciendo. En la música, entre comillas, clásica no es así. Ella busca otro tipo de relación con el espíritu, en primer lugar el amor, un aspecto de pureza y de espiritualidad”.La naturalidad del artista, puede ser la herramienta ideal para lograr que la música, con su encanto, magia y gran dosis de espiritualidad, llegue a un público cada vez más amplio y numeroso.
“Ella (la música clásica) busca otro tipo de relación con el espíritu, en primer lugar el amor, un aspecto de pureza y de espiritualidad”.
“No pretendo ser un místico, pienso con toda humildad que tenemos que regresar a lo que es la esencia del ser humano. En ese caso nuestra necesidad de contacto es ante todo humana, de llegar al público que nos da el privilegio de venir a escucharnos. Considero que nosotros, que nuestra música no es nada especial, simplemente amamos la música, como el arte se ama en general y si logramos transmitir ese amor con un lenguaje natural, podemos dirigirnos al público hablando de tú a tú, sin barreras, pues esa música llega más fácilmente”.
Y al final una confesión.
“La música popular peruana, lo que es la esencia del folclore peruano lo llevo dentro de mí, lo quiero mucho. Soy peruano, vivo mi música y eso nadie me lo puede quitar”.
Concertista y profesor de educación musical, Jesús Castro Balbi ha sido galardonado con importantes de premios internacionales de interpretación como, por ejemplo, ‘Alirio Díaz’ de Venezuela, ‘Francisco Tárrega’, España Autor de trabajos de investigación de música antigua, fundador del Festival. de Guitarra de Lambesc, Francia, profesor honorario del Conservatorio Nacional de Música de Perú y Catedrático Principal de Guitarra en el Conservatorio de Lyon, Francia.El recital de Castro Balbi fue grabado por la Radiodifusión Checa y será distribuido a nivel europeo por la Unión Europea de Radiodifusión (EBU, por sus siglas en inglés) y también a estaciones de radio de Perú.