Investigadores checos descifran la antigüedad de las típicas iglesias de madera de Ucrania
Un grupo de investigadores checos, en conjunto con colaboradores ucranianos, realiza un importante trabajo de datación de iglesias de madera construidas en Ucrania entre los siglos XV y XIX. Las construcciones representan un ejemplo único de la cultura popular del país y la investigación podría esclarecer la historia del clima en la región.
Investigadores checos y ucranianos han unido fuerzas para llevar a cabo un importante trabajo de datación de las icónicas iglesias de madera dispersas en el oeste de Ucrania, que representan un legado cultural de gran valor para la región. El investigador checo Tomáš Kolář, de la Universidad Mendel de Brno, ha conversado con RPI y sobre la abundancia de estas construcciones en la zona.
“Sabemos por la literatura que hay casi 2000 en Ucrania, de las cuales unas 800 deberían estar ubicadas en el oeste del país. Quizás no encuentres una iglesia de madera en cada pueblo, pero son muy comunes en la zona”.
Estas particulares construcciones representan una parte importante de la historia de la religión pero también de la cultura popular de Ucrania y sus países vecinos, ya que fueron construidas entre los siglos XV y XIX y las hay tanto ortodoxas como greco-católicas.
La investigación se centró en las ciudades de Úzhgorod, Mukácheve y los Cárpatos, cerca de Drohóbych e Ivano-Frankivsk. Kolář detalló que la mayoría de las iglesias se construyeron con troncos y sus paredes están revestidas con paneles, por lo que desde el exterior solo se aprecian largos tablones lisos. Sin embargo, esta sencillez se contrasta con su ornamentado interior, sobre el que el especialista compartió sus comentarios.
“En el interior de las construcciones se aprecian muchos adornos, la mayoría muy coloridos, que están pintados directamente sobre las paredes de madera. Así que los interiores de estas iglesias son muy impresionantes”.
Si bien uno de los objetivos centrales de la investigación es el de determinar la fecha de construcción o reconstrucción de las iglesias, Kolář destacó que el trabajo puede ampliar sus alcances para ayudar a comprender mejor la historia del clima de la región.
“El objetivo principal de nuestra investigación es construir una cronología del ancho de los anillos de los troncos de roble que se utilizará para la datación dendrocronológica de otro material histórico del área, así como para la reconstrucción de la historia del clima y datos climatológicos”.
El estudio comenzó hace un año y es auspiciado por la Universidad Mendel de Brno y el Instituto de Cambio Global de la Academia de Ciencias de la República Checa y se aplica también a otras edificaciones, según precisó Kolář.
“Nuestra investigación no se centra solamente en las iglesias de madera, sino también en otras construcciones históricas del mismo material, como campanarios y capillas. Pero la región no incluye solo el oeste de Ucrania sino también el sur de Polonia, el este de Eslovaquia y el este de Rumania”.
Además, el investigador describió cómo es el trabajo que se realiza en estas edificaciones de culto para obtener las preciadas muestras.
“Tras ingresar a la iglesia, empezamos por dividirla en varias secciones, incluyendo las paredes, los techos, el techo y la espadaña. A continuación, necesitamos encontrar los últimos anillos de crecimiento que se formaron antes de que se talara el árbol, ya que obtenemos las muestras de esta sección. En algunos casos, la corteza todavía está presente. Posteriormente, tomamos unas cinco muestras para cada sección del edificio. Con esto, podemos fechar la construcción con mucha precisión, con el año exacto o incluso la temporada”.
Para obtener la muestra, los investigadores utilizan una herramienta tubular hueca que les permite extraer el núcleo del material, de unos cinco milímetros de diámetro. A través de los análisis de laboratorio se puede calcular la anchura de los anillos, dato que permite determinar la fecha de construcción de estas iglesias que, destacó Kolář, también se pueden encontrar en República Checa.
“Después de la Primera Guerra Mundial, cuando la Ucrania transcarpática estaba conectada con Checoslovaquia, un grupo de artistas e historiadores checos querían preservar estas construcciones transportándolas a nuestro país”.
El investigador también señaló que el estudio se vio limitado por la invasión rusa en Ucrania, pero que cabe destacar que las construcciones se hallan en buen estado y que su condición hasta podría mejorar, según contó a RPI.
“Diría que la mayoría están en muy buenas condiciones, al menos las iglesias que visitamos el año pasado. Pero, por supuesto, el Gobierno ucraniano planeó invertir mucho dinero en su reconstrucción”.
Los beneficios de realizar este trabajo de datación podrían ayudar a que los edificios sean puestos en valor y no se destruyan en el futuro, además de la importante información que se puede extraer de los estudios en el campo de la climatología.