Inundaciones se cobran cuatro vidas en la República Checa
El fin de semana será decisivo. Los meteorólogos pronostican lluvias y esto podría empeorar la ya difícil situación de las regiones del país inundadas como consecuencia del deshielo y las intensas lluvias.
En Terezín un chofer y su acompañante se ahogaron después de que su vehículo fuera arrasado por la riada y en la localidad de Jaromeriice nad Rokytnou las aguas acabaron con la vida de un niño de seis años.
El Instituto Meteorológico anuncia que el fin de semana lloverá y que siguen creciendo los ríos Elba, Morava, Dyje y Luznice, lo que afecta a la mayor parte del territorio checo.
El Gobierno ha tomado una serie de medidas para ayudar a los damnificados y para paliar los daños, así que aprobó un presupuesto extraordinario contra inundaciones por más de 12 millones de euros.
El Ejecutivo decidió enviar a unos mil soldados más para ayudar en operativos de rescate, distribución de medicamentos y reparación de infraestructuras. Entretanto, el Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Zdenek Skromach, adelantó que se facilitarán préstamos a las familias afectadas por las inundaciones.
El ministro Skromach, aseguró que independientemente de las ayudas económicas para la compra de artículos de primera necesidad, el Gobierno facilitará préstamos libres de intereses para la reconstrucción de inmuebles.
En la capital, el alcalde mayor, Pavel Bém, no descartó la posibilidad de declarar el estado máximo de alerta y hasta cerrar algunas estaciones de metro. Durante las inundaciones del año 2002 el metro fue uno de los lugares más afectados de Praga. A partir de ese momento se han tomado medidas para frenar eventuales riadas.
El presidente de la República, Václav Klaus, expresó que si bien es cierto que nunca hay seguridad absoluta, esta convencido que se han tomado las medidas máximas para frenar las crecidas de los ríos.