Inaugurado Museo de la Cortina de Hierro en Rozvadov
‘La Cortina de Hierro’ dividió geográfica e ideológicamente al mundo durante décadas. La derrota del comunismo en 1989 devolvió la libertad y la democracia a millones de personas en Europa del Este. En la localidad de Rozvadov, donde se encontraba el cruce fronterizo entre Checoslovaquia y Alemania abrió sus puertas un museo dedicado al mayor símbolo de la guerra fría.
Churchill se refería a la frontera que separaba a los llamados estados socialistas, encabezados por la Unión Soviética, y a los estados capitalistas, alineados con Estados Unidos. Los primeros bajo la dictadura del proletariado y los segundos libres y democráticos.
Por la localidad de Rozvadov, a unos 160 kilómetros de Praga, pasaba ‘La Cortina de Hierro’ ahí se encontraba la frontera entre Alemania y Checoslovaquia, entre la OTAN y el Pacto de Varsovia. Y precisamente en ese emblemático lugar abrió sus puertas el fin de semana el Museo de la Cortina de Hierro, según informa Václav Vítovec responsable de la exposición.“Por aquí pasó la historia, se trata del lugar que dividía a Europa, es un sitio con una atmósfera muy especial”, indicó Vítovec.
El museo se encuentra en el antiguo edificio administrativo del paso fronterizo, donde se encontraban aduaneros, policías de extranjería, soldados y agentes del Servicio de Inteligencia comunista. La exposición ofrece a los visitantes una imagen de los métodos utilizados por el régimen comunista para controlar a la población, así como las medidas de seguridad que regían al otro de ‘La Cortina de Hierro’.
El comisario de la muestra, Milan Linhart, recordó que el museo ofrece un testimonio de la vida al otro lado de ‘La Cortina de Hierro’ porque no se trató de una simple división física, sino que de ideologías, mentalidad y de mucha opresión.
El Museo de Rozvadov no dispone de las tenazas con las que los ministros de RR.EE. de Checoslovaquia, Jiří Dienstbier y de Alemania, Hans-Dietrich Genscher cortaron simbólicamente la alambrada en 1989, pero muestran el teléfono rojo, la línea directa, que comunicaba a Praga y Moscú, que dicho sea de paso es blanco.El Museo de la Cortina de Hierro, en Rozvadov, está abierto al público de jueves a domingo.