Impuesto sectorial sobre las energéticas, la nueva propuesta del gobierno para afrontar la crisis
El ejecutivo continúa explorando posibilidades para afrontar el recrudecimiento de la crisis energética. El Partido Pirata plantea un impuesto especial sobre las empresas energéticas.
La crisis energética es sin duda uno de los frentes de mayor prioridad para el ejecutivo. Así, el aumento desmedido de precios ha requerido de una respuesta gubernamental con el fin de ayudar a una población cada vez más ahogada por este contexto.
Si en su momento el gobierno apostó por medidas como la obtención de ingresos extra a través del pago de dividendos de la empresa estatal ČEZ o la introducción de una tarifa especial, en esta ocasión todo apunta a un impuesto sectorial dirigido a las propias empresas energéticas.
“Impuestos más altos por un período de tiempo, porque las crecientes ganancias de las empresas de energía no se deben a inversiones inteligentes o cualquier cambio, sino al aumento de los precios de la energía”, afirmó días atrás el ministro de Desarrollo Regional, Ivan Bartoš, del Partido Pirata.
Si bien aún faltaría concretar una propuesta firme, ya se conocen varios detalles de lo que podría ser esta medida ideada por el propio Partido Pirata.
El impuesto sería de un 25% sobre la renta de las empresas energéticas y podría materializarse a través de diferentes fórmulas: aplicarlo sobre las empresas que produzcan electricidad a partir del carbón, sobre aquellas que produzcan electricidad a partir de energía nuclear o sobre todas aquellas con una facturación superior a los 20 millones de euros anuales.
La medida podría entrar en vigor a partir de octubre de este mismo año o enero del próximo y se estima que podría dejar entre unos 400 y 800 millones de euros en las arcas públicas.
Si bien inicialmente el primer ministro, Petr Fiala, se mostró reticente a aplicar este impuesto especial, en los últimos días el propio Fiala pareció dejar la puerta abierta a llevarlo a cabo. Este apeló a la solidaridad de las energéticas en un contexto cada vez más preocupante para los ciudadanos.
“Alguna medida de solidaridad está en orden y pensaremos si será en forma de un impuesto sectorial temporal o de otra manera. Las empresas energéticas tienen ganancias enormes que no se deben a ninguna innovación, y al mismo tiempo muchos ciudadanos comienzan a sentir problemas existenciales”, declaró el primer ministro.
Se prevé que la bancada Pirata y de Alcaldes e Independientes (STAN) presenten próximamente la propuesta a los demás socios de gobierno, entre los que aún existen ciertas discrepancias en torno a varios puntos de la medida.
Por su parte, los grupos de la oposición se mostraron en contra de este impuesto sectorial. El exministro de Industria Karel Havlíček (ANO), por ejemplo, señaló que el Estado debería haber obtenido mayores beneficios procedentes de los dividendos de ČEZ en lugar de introducir un nuevo impuesto.