Hacerse los test de COVID como quien saca el café de una máquina
La Academia de Ciencias está terminando el desarrollo de un sistema para hacer pruebas de coronavirus tan fiable como los PCR, más rápido que los de antígenos y con un funcionamiento tan sencillo que no sería necesaria la participación de personal sanitario.
Un grupo del departamento de Sistemas Ópticos y Biofísicos del Instituto de Física de la Academia de Ciencias checa ha logrado desarrollar un sistema con el que es posible conocer en pocos minutos el resultado de un test de COVID-19 sin requerir ningún tipo de asistencia de personal sanitario.
La directora del equipo, Hana Lísalová, en entrevista a la Radio Checa, compara la sencillez del aparato para los usuarios con la de una máquina de café.
“Se podría poner el biosensor, por ejemplo, en la entrada de una fábrica o de otras grandes empresas en las que se reúne una gran cantidad de personas. Pero en lugar de una máquina de la que se saca un vasito con café, aquí lo que se hace es meter el vasito con una muestra de saliva. El sistema robótico lo lleva al biochip en el que se realiza el análisis y después de unos pocos minutos se conoce la respuesta”.
La idea surgió en primavera, con la llegada del coronavirus a Europa, y antes de Navidad ya habían cerrado un contrato con la empresa tecnológica checa Cardam para hacer realidad el proyecto. Una rapidez increíble pero explicable, ya que, en realidad, se trataba de un sistema de sensores que ya tenían muy desarrollado por un encargo de la Policía. Cuando surgió el coronavirus, pensaron que podría ser adaptado, explica Lísalová.
“Ya teníamos hecha buena parte del trabajo. La idea llegó cuando logramos detectar concentraciones muy bajas del virus de la hepatitis A y otros patógenos, por ejemplo, de la batería E. coli o de salmonela. Entonces se nos ocurrió que podríamos adaptar el sensor al coronavirus, que en la actualidad es lo más necesario”.
En colaboración con el Centro de Biología de la Academia de Ciencias y científicos de la Universidad de Bohemia del Sur, en otoño ya fueron capaces de dar con el polímero capaz de detectar el nuevo tipo de coronavirus en una muestra nasofaríngea o de saliva en tan solo unos minutos.
De momento, asegura Hana Lísalová, la fiabilidad de los resultados en sus pruebas ha sido total.
“Básicamente, todas las muestras que dieron negativo en un test PCR fueron también negativas para nuestro biosensor. Sucedió lo mismo con las pruebas positivas”.
Pero aún no ha concluido la fase de pruebas, explica la científica.
“Nos espera todavía una extensa serie de test con muestras de la cavidad bucal, de saliva. Hasta ahora las muestras eran nasofaríngeas. No obstante, los resultados preliminares nos hacen ser muy optimistas con nuestro biosensor”.
Otras instituciones checas como la Universidad Palacký de Olomouc o la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Carolina de Praga, ya habían desarrollado pruebas rápidas con muestras de saliva. Estas contaban también con que agregando saliva a una mezcla de enzimas y nucleótidos y calentándola a 65 grados, se encontraba la presencia del virus.
Pero a diferencia de estas pruebas, la principal ventaja del sistema de la Academia de Ciencias es que su sistema robotizado no necesita ningún tipo de profesional sanitario, por lo que puede que dentro de no tanto nos acostumbremos a usar estas máquinas como quien saca un café de una máquina.